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Carmen Calvo. / EFE
Soy de los que piensan que el Gobierno y cualquier representante político, tienen el deber moral de amar a España.
Tiene el deber ético de procurar la cohesión y unión entre españoles.
El gobierno tiene la obligación de buscar la paz social. El consenso. Evitar el odio y borrar aquello que nos confronta. La generación de nuestros padres y abuelos supieron superarlo y mirar hacia delante.
Intentar volver a justificar los mitos y mentalidades de hace 85 años es un ejercicio superfluo y sin sentido.
La crisis del coronavirus ha machacado la economía española, provocando la peor crisis recesiva desde la guerra civil, y el estado de hundimiento del turismo no apunta nada bueno.
La Tasa de Paro 2020 se sitúa en torno al 16%. También están en riesgo las ayudas a los ERTES.
El futuro predice tasas de paro en torno al 24%.
El Banco de España cree que el PIB caerá hasta un 13%.
Se superan los 600.000 contagios de coronavirus desde el inicio de la pandemia y la cifra oficial de muertos supera con mucho los 40.000. En España se producen una media de 9.000 nuevas infecciones diarias.
A los españoles les preocupa, la salud, la educación la economía, el trabajo y el futuro de sus hijos.
Y pasa que el Consejo de Ministros ha aprobado hace unos el anteproyecto de ley de memoria histórica que ahora se denominará “de memoria democrática”
Se trata de una ley con para “construir una memoria democrática común de todos los españoles” y que tendrá un régimen sancionador muy importante para quien la incumpla. (Se trata de fusilar con derecho sancionador a los que piensen u opinen distinto que el Gobierno). El poder crea una Fiscalía para investigar la violación de derechos humanos en la Guerra Civil y el franquismo.
Es muy importante lo que sucedió hace 84 años. Vamos, yo es que no dejo de pensar en ello, cada día y cada hora, como el 99 % de los españoles. Si hasta las monjas de clausura están confinadas.
Pero ¿qué Gobierno tenemos?
¿Qué pretenden intencionadamente resucitando el odio? ¿A que juegan?