La Gazapera

¿Hizo Mairena las bases del concurso de la Llave?

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
14 oct 2022 / 05:00 h - Actualizado: 14 oct 2022 / 05:00 h.
"La Gazapera"
  • ¿Hizo Mairena las bases del concurso de la Llave?

Alguien que aún vive y que canta me dijo que Antonio Mairena hizo o ayudó a crear las bases del Concurso de la Llave de Oro del Cante, celebrado en Córdoba en mayo de 1962. Tenía sentido, porque en esa época era muy amigo del poeta y flamencólogo cordobés Ricardo Molina Tenor, con el que estaba preparando el libro Mundo y formas del cante flamenco (1963), llamado por los mairenistas “la Biblia del flamenco”. Lo fue, aunque hoy esté totalmente devaluado, lo que no quiere decir que no sea aún una obra de referencia.

Las bases fueron creadas a la medida de Antonio Mairena, evidentemente, porque solo se podían interpretar seguiriyas, soleares y tonás, los tres palos en los que destacó el mairenero y en los que se basó para crear su obra. No iban a incluir los cantes de levante, en los que el maestro gitano nunca hizo nada destacable –escuchen, si quieren, Las llamas llegan al cielo–, o las malagueñas, granadinas, peteneras o fandangos. No daba la talla o el nivel que daban Marchena o Valderrama, por poner un par de ejemplos válidos.

Molina había decidido darle la Llave y tenían que asegurarse de que no se apuntara un cantaor que les pudiese dar problemas. Es una prueba más de que fue un concurso mañoso al que se prestaron Juan Talega y Aurelio Sellés. La Niña de los Peines, ya retirada pero aún en forma, supo del certamen cordobés y puso el grito en el cielo por dos motivos: por las bases y, sobre todo, cuando conoció que era un traje a medida para su pariente. Quiso disputarle la Llave y fue cuando Ricardo y Antonio acordaron darle a Pastora un homenaje nacional en Córdoba, un año antes (1961), para callarla.

Conozco bien esta historia por Tolita, la hija de Pastora, y la Rubia, la hermana menor de Pepe Pinto. Me la contaron una mañana en casa de Tolita, en su piso de la sevillana calle Peral. Y no la cuento para dañar a Mairena, que es algo de lo que me llevan acusando los mairenistas toda la vida. El propio Mairena dijo que aceptaría el galardón si se homenajeaba a su prima Pastora. Porque hay que decir, en honor a la verdad, que nadie hizo más por ella que el maestro de Mairena del Alcor. Además, en vida de la gran artista sevillana.

Que lo de la llave fuera una confabulación no quita de que a Mairena le viniera bien para ser al fin un cantaor consagrado y de fama, algo que no había logrado en tantos años de carrera porque no le había resultado fácil brillar entre tantas estrellas de su tiempo. Si tienen la primera edición de Mundo y formas del cante flamenco, lean la solapa y verán que lo calificaban de “cantaor no profesional”. Hasta la Llave, le costó vivir solo del cante y esto es algo que saben bien los mairenistas, aunque no les guste que se diga.

Ricardo le dijo a Fosforito, como él mismo ha confesado, que le había dado la Llave a Mairena porque contaba más de cincuenta años y no tenía nada, siendo un buen cantaor. “Tú tienes todos los premios de Córdoba, con 25 años, pero él no tiene nada”, le dijo a su paisano. No pasa nada porque estas cosas se sepan, porque son historia y la historia no se debe falsear. Nadie discute la grandeza de Mairena como cantaor y la importancia de su labor. Sería legítimo discutir ambas cosas, pero no se hace porque era un gran cantaor y amó el cante como pocos.

Salvo la de Fosforito (2005), todas las llaves del cante que se han dado se pueden discutir por distintos motivos. También hay quienes discuten la del maestro de Puente Genil y no pasa nada. ¿Por qué no la de Mairena? No que no fuera bueno para el cante, que se la dieran, que lo fue, sino el hecho de que fuese un certamen amañado para favorecerlo como cantaor y artista. ¿Lo hizo Ricardo solo pensando en el futuro del cante? Es probable, aunque no hay que olvidar la relación de amistad entre ambos y el hecho de que faltaran meses para que pusieran el libro en las librerías.