Tribuna

Iker Casillas y Sara Carbonero

Image
14 mar 2021 / 10:15 h - Actualizado: 14 mar 2021 / 10:16 h.
"Tribuna"
  • Iker Casillas y Sara Carbonero

TAGS:

Nunca pensé que acabaría escribiendo de asuntos de corazón o de ingle o entrepierna, que tanto monta como monta tanto...

Hoy me atreveré sobre la foto rota del beso de Iker a Sara.

No ha pasado tanto... Fue en el Mundial de 2.010, cuando de repente el cancerbero deja la portería –tras ganar el Mundial de Sudáfrica-para lanzarse en palomita fuera del área y besarla ante todo el país arrebolado...

En estos once años, hemos visto desfilar al matrimonio por varios abismos. El infarto de Iker en 2.019 desde una cama de Hospital en Oporto, sin partes médicos; un cáncer de ovario de Sara en 2.020, con diversas recaídas; la derrota en las aspiraciones electorales de Casillas a la Real Federacion Española de Futbol, dos hijos...

Es ni más ni menos que el relato personal e intransferible de toda una generación, que se enamoró y concibió a partir de la hazaña de aquel gallardo bandolero que diría Antonio Machado. Sí, exacto. El pasado efímero.

En España, sólo está vedado el divorcio para los muy ricos y los muy pobres.

Para el resto, los maridos se adjudican las letras y hasta las suegras. Y es así, como instalados en el rellano, corren a los mítines de Vox, resentidos como si de guerras civiles se trataran, que de eso versan las rupturas. Será por eso por lo que creo que el fascismo en España no ha alcanzado techo.

Y así miente Ayuso cuando habla de socialismo o libertad. Porque el divorcio fue invento de Adolfo Suárez, vía Paco Fernandez Ordoñez, sí el que ideó también la autodeclaración del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas.

Lo demás es historia. Casi el setenta por ciento de los matrimonios se rompen y por qué éste no había de ser uno más. En esto, sólo Florentino es diferente.

La gran revolución sociológica es el voto resentido del divorciado. Porque en España se vota siempre contra alguien y que se lo digan si no a Rajoy, felizmente casado, o eso parece...

Pregúntele a los Jueces de Familia, que hasta se litiga por unas gafas o un cenicero en el trastero y siempre la resolución cae del mismo lado.

Hace diez años, Benedicto nos incitaba a pecar por libre. Ahora ni eso, con el Papa Francisco podemos hacerlo a la luz del día y hasta nos da la absolución. Y pasito a pasito ya hasta Pedro J. abandona a Agatha o Pablo Iglesias huye de Galapagar, para amancebarse en otro distrito electoral. Que se lo digan a Paloma Cuevas. Y es que Miguel Rodríguez, (MAR), debió ser un precursor como suyo el invento de la cama de matrimonio de Aznar y la Botella. (ansar para los amigos).

De seguir así, pronto veremos a Ayuso con su perrito por los jardines de Moncloa, seguro que en chándal y entre diazepam y lexatin. A ver quién se convierte en su próximo peluquero, porque en Madrid se antoja rara la venida de los liberales... Sí, otra vez, Machado, pero ahora sobre el futuro efímero.

Mientras leen estas líneas, muchos junto al fogón de casa de mamá y el microondas que calienta la pizza de oferta por próximo consumo del super más cercano, pónganse los auriculares y volvamos al 2.010. No se asusten, no es Bryam Adams y All for Love, sino esa, la que sonaba de fondo mientras nos quebraba aquel beso y aquella boca de Carbonero...

Sí, exacto, Waka Waka.