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miércoles, 27 septiembre 2023
La vida del revés

Iker y Sara, Rubiales y Jenni, mi secretaria y yo

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30 ago 2023 / 08:29 h - Actualizado: 30 ago 2023 / 09:21 h.
"Opinión","La vida del revés","Feminismo","Machismo","Luis Rubiales"
  • Iker y Sara, Rubiales y Jenni, mi secretaria y yo

Imaginen conmigo, por favor.

Llego a la oficina después de las vacaciones veraniegas y, al entrar en el despacho, me encuentro con mi secretaria. Me agarra la cabeza y me planta un beso en los labios. Previamente, se me ha colgado con las piernas en alto. Al soltarme me dice: ¡Qué bien lo hemos pasado este verano, qué bonita es la vida! Mis compañeros me miran y se mueren de risa después de asistir a semejante espectáculo. Unos minutos después, bajo con esos compañeros a la calle para tomar un café. Y me preguntan sobre lo que ha pasado. Les digo que paso de tener a esa mujer cerca y que voy a pedir que la cambien de departamento o que la pongan de patitas en la calle o lo que quieran, que me he sentido incomodo y no quiero más líos. Ellos me dicen que harían lo mismo. Seguimos tomando el café con alegría porque nos volvemos a ver y lo he pasado bien durante el verano.

Tal vez ahora se entiende un poco mejor lo que ha pasado durante la entrega de medallas en el mundial de fútbol femenino.

Creo yo que no es tan difícil de entender. Si aún tiene usted dudas, cambie al hombre del despacho por su mujer o su hija, el despacho por el mostrador de una pescadería y a la secretaria por un sujeto cualquiera. ¿Ahora ya sí lo ve?

Por cierto, comparar este beso de Rubiales con el de Casillas a su novia el día que ganó el mundial de fútbol es cosa de tocinos.

No tengo problemas en decir que, en nombre del feminismo, en España se ha utilizado un discurso hostil contra el hombre y se ha generado un clima tenso que coloca a hombres a un lado y mujeres en otro, que el hombre parece un violador en potencia por el hecho de serlo, que el discurso pobre de políticas ridículas se ha intentado disfrazar con actitudes beligerantes, que parte d el feminismo español está dentro de una trinchera innecesaria. No tengo problemas en debatir sobre todas estas cosas, pero tampoco voy a caer en la trampa de convertir lo que es en un chiste. Lo que hizo Rubiales (un macarra con traje) es lo que es. Y no caben interpretaciones que conviertan a la jugadora en una villana mezquina y sin corazón. Es muy fácil si quisiéramos entender.


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