Importancia del preenfriamiento en el sector fresero

Image
12 oct 2015 / 17:03 h - Actualizado: 23 oct 2015 / 17:03 h.

Una de las grandes preocupaciones de los productores del momento es mantener la calidad de su producto desde que salen del campo hasta que llegan al consumidor.

Concretamente en el sector de la fresa, el fruto se caracteriza por ser muy perecedero y de conservación limitada, que difícilmente se puede almacenar más de cinco o siete días. La magnitud de las pérdidas en postcosecha están estimadas alrededor del 5 por ciento al 10 por ciento, las mermas de esta magnitud representan una pérdida significativa y un considerable daño económico. Para reducir estas pérdidas se debe entender los factores externos e internos que afectan al metabolismo de la fresa y la importancia que tiene tanto el uso de tecnología en postcosecha como realizar buenas prácticas de preenfriamiento para poder retardar la senescencia y mantener la calidad del producto.

Una vez que se ha determinado los factores que intervienen, se puede realizar un «traje a medida» en función de las circunstancias de cada central de manipulación y optimizar el proceso para obtener los mejores resultados.

Existen evidencias que corroboran que para lograr una conservación máxima la temperatura, tanto de conservación como de transporte, se debe mantener entre los 0ºC y los 2ºC y la humedad relativa entre el 90 y el 95 por ciento. De esta manera se consigue reducir la tasa de respiración y con ello ralentizar su proceso de senescencia y deshidratación. Pero sí es cierto que las generalidades deben de ser personalizadas a la logística de cada central y para ello es necesario, en muchos casos, estudiarlo previamente, porque no en todos los procesos se obtienen los mismos resultados.

Bajo este paraguas, Adesva traza sus líneas de actuación, intentando delimitar cuales son las mejores prácticas realizadas y personalizadas a cada instalación con el objetivo de poder reducir mermas y mantener la calidad del producto.