La oposición del PP en el ayuntamiento de Sevilla ha denunciado la suciedad de las calles con un informe acompañado de fotografías de aceras y calzadas manchadas. El texto de la protesta habla de manchas que se han hecho crónicas y de las huellas de los orines en la vía pública, entre otras cosas.
Buena parte de los churretones en el pavimento están provocados por la proliferación de veladores y el botellón. Incivismo de los dueños de bares con terraza y de los ciudadanos que beben en la calle. Los primeros deben limpiar mejor sus zonas de mesas y los segundos ser menos guarros.
Siempre que se habla de las personas que orinan en la calle sale a colación la falta de urinarios y váteres públicos, porque además los pocos que existen no están en funcionamiento. En este punto hay que señalar que no basta con instalar fuentes de agua potable. Las necesidades higiénicas de los ciudadanos no pueden quedar a expensas sólo de los propietarios de espacios privados como bares y restaurantes que se han apoderado de plazas y jardines.
Otra fuente de suciedad de las calles es la irresponsabilidad de los dueños y dueñas de mascotas que no recogen las heces de sus perros. Como se puede deducir el problema de la limpieza urbana tiene mucho que ver con el incivismo colectivo y personal y no solo es cuestión de la incuria y abandono del gobierno municipal de turno.