Desvariando

Irene Montero no se va

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
05 feb 2023 / 09:50 h - Actualizado: 05 feb 2023 / 09:50 h.
"Desvariando"
  • Irene Montero no se va

Que el presidente del Gobierno no haya cesado aún a la ministra de Igualdad, Irene Montero, a pesar de ser un desastre, solo tiene una explicación: no puede hacerlo porque provocaría una crisis de gobierno y los de Unidas Podemos se lo comerían con patatas. Ya tiene demasiado mal las encuestas, como para empeorar las previsiones. Y claro, la ministra más torpe no va a dimitir porque no sabe muy bien dónde se colocaría para poder seguir teniendo el tren de vida que lleva. Recordarán cuando surgió la polémica de la ley del “Solo sí es sí” y dijo que no habría ningún caso de rebaja de condena, que era “propaganda machista”, y van varios cientos, con algunos delincuentes sexuales ya de parranda por el país. Ningún ministro de la democracia ha hecho tanto el ridículo como la señora Montero, así que cuesta entender que, primero, no haya sido cesada; segundo, que no haya tenido ya la decencia de irse a su casa. Estos de Unidas Podemos venía vendiendo otra forma de hacer política y lo que han hecho es colocarse. Vean el patrimonio que tenían esta ministra y su pareja antes de acceder a sus cargos, y el que tienen ahora.

Evidentemente algo bueno habrá hecho la ministra, pero si le echan abajo una ley que ha favorecido ya a cientos de violadores, no pide perdón públicamente a las víctimas y, además, el Gobierno la va a reformar, enmendándole la plana, hay que tener la cara como el granito para seguir en su puesto, con coche oficial y los privilegios propios del cargo. Defendida, además, por periodistas vendidos al rojerío, que en vez de criticarla y exigirle que dé ejemplo se dedican a atacar a la derecha, porque el machismo, claro, no es de izquierdas. Cuando Pablo Iglesias, la pareja de esta señora, dijo que azotaría a la periodista Mariló Montero hasta hacerle sangre, es que tuvo un breve sarpullido fascista. También ha bromeado estos días con la posibilidad de infiltrar a policías en el PP para que tengan relaciones sexuales con Ayuso. Era una broma, claro, pero imaginen que la gastara Abascal. Anoche mismo, una colaboradora de La Sexta, Afra Blanco, casi araña al dúctil Yélamo porque le dijo que fuera acabando. Está claro que el látigo es para las feministas. Contra los hombres, que para eso tienen a una ministra que a veces solo ve machistas.