Isabel Preysler sigue rompiendo con Vargas Llosa o la trituradora de personas a todo gas

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30 ene 2023 / 16:25 h - Actualizado: 30 ene 2023 / 16:34 h.
"Opinión","Sociedad"
  • Isabel Preysler sigue rompiendo con Vargas Llosa o la trituradora de personas a todo gas

El que se acuesta con niño al lado puede amanecer mojado. Los críos se hacen pis y eso. Y el que se junta a una trituradora de personas puede quedarse en los huesos en poco tiempo. Nunca te libras si la compañía está dispuesta a sobrevivir sin perder un gramo de privilegios.

Mario Vargas Llosa cometió un error enorme. Lo sabe y se arrepentirá lo que le queda de vida. Cambió el pan de oro de la cultura por el oropel del famoseo que se consigue a base de estar buscando, siempre, al siguiente exmarido. Su última pareja ha resultado ser lo que todos sabíamos que era. Isabel Preysler es la que es, representa lo que representa y busca lo que busca.

Por su parte, la periodista Pilar Vidal parece que está dispuesta a conseguir una silla fija en programas de telebasura dedicados a la casquería sentimental, al despelleje automático de vidas que se destrozan y al escándalo como forma de comunicación. Con el artículo que ha publicado sobre las costumbres de Vargas Llosa durante su idilio con Preysler ya tiene casi asegurado un puesto entre los periodistas cutres que dedican sus esfuerzos a criticar a otros y airear asuntos personales que son verdaderos o falsos (eso da lo mismo porque el caso es seguir al pie del cañón). Habla en este artículo de cosas que dejan atónito al más pintado y que resultan ridículos a los que conocemos a Mario Vargas Llosa. No veo yo a Vargas Llosa mendigando un beso antes de ir a la cama o pidiendo que le arrope su pareja. Pero es que, además, me da lo mismo. No me interesa ni un poquito lo que Vargas Llosa da de sí en la intimidad. Soy más de leer sus novelas o sus relatos. Y no creo que Pilar Vidal pueda presumir jamás de escribir esta basura sobre Vargas Llosa o sobre cualquier otra persona. Si es cierto que Isabel Preysler está detrás de todo esto, lo de Vidal es mucho peor puesto que se equivoca pensando que lo importante es estar al lado de ella en lugar de informar con rigor. Luego, algunos se preguntan por qué el periodismo está en peligro y por qué los periodistas han perdido gran parte de su credibilidad.

Comienza a ser obsceno echar un vistazo a lo que se dice sobre la ruptura sentimental más mediática del año. Tanto como seguir babeando a la hija de la señora Preysler para dar una noticia relacionada con la próxima boda (sí, la de Tamara Falcó con el sujeto que le fue infiel).

Ya no importan los salones de las casas de esos famosos, ya no son noticia los modelos que lucen aquí y allá personajes de alta alcurnia... Ahora interesa lo sucio, lo casposo, lo repugnante de personajes de tercera porque los de verdad, los de toda la vida, no quieren saber nada de un mundo rosa que se ha estancado para siempre en el lodo y en la majadería convertida en espectáculo.

Lean las novelas de Mario Vargas Llosa. Eso sí que es importante y necesario. Y de la señora Preysler... no se me ocurre nada que recomendar. De verdad.