La lógica de este sistema es la de estimular la exclusión y la uniformidad, y ha logrado que la población lo acepte, conduciéndonos a la racionalización de este laberinto, y creando el convencimiento de que lo orquestado forma parte del orden de las cosas. Planteaban nuestros clásicos cómo los títulos académicos era la forma institucionalizada del capital cultural, utilizándose la Universidad para legitimar la posición de la clase dominante, ahora la versión moderna son los másteres, inaccesibles para las clases populares. El muestrario, que señala cómo va consumándose el jaque mate a la educación educadora, nos da estas pinceladas: 2018 será el año en el que el Estado dedique menos esfuerzo a la Educación desde 1995, el 3,82 por ciento del PIB, un adelgazamiento sin precedentes en los últimos 23 años.
Los colegios católicos rechazan la escolarización de inmigrantes, las patronales de la enseñanza concertada impugnan una distribución equitativa de alumnado con NEE, para agruparlos en guetos, y la educación diferenciada por sexos sorprendemente es constitucional, así lo ha votado el TC que ha rechazado el recurso contra la Lomce, que avala la educación segregada y su financiación pública. El Ministerio de Educación lleva tres años pagando a maestros de Religión que no imparten clases, denunciado por las direcciones de los colegios afectados. España es el segundo país con la tasa de abandono escolar más alta de la UE, así como de fracaso escolar, con un 19 por ciento sólo por detrás de Malta.
El acoso escolar se cobra la vida de 200 mil jóvenes y niños según la OMS y Bullying sin fronteras, ocupando en la UE el quinto lugar en suicidios por este motivo. España carece de un Plan General para la coeducación y la prevención de la violencia de género en el sistema educativo, así como de un itinerario formativo para la igualdad que debería realizarse desde las edades más tempranas, mediante un aprendizaje que promueva la superación de estereotipos sexistas, una de las causas principales de las cifras alarmantes de violencias machistas, que se producen en nuestro país.
Este es el rosario de algunos de los virulentos ataques a la igualdad de oportunidades. En los países desarrollados la educación es el motor del progreso, el indicador por excelencia del grado de democracia. Los más avanzados están en estado de alerta educativa, para aumentar su capacidad de generar más y mejor educación pública. España cola de ratón, solo lidera los índices de ni-nis, lo que convierte a la educación en una paciente gravemente enferma.