Juan Manuel Moreno Bonilla, Juanma para los amigos, el actual presidente de la Junta de Andalucía, está como niño que acaba de ganar una pelea en el patio del colegio. Le han hecho una faena de esas que demuestran que la política es un juego sucio de compadres, y lo que le espera si Sánchez y la ministra Montero no se van a sus casas, que todo apunta a que no. Mira que hay regiones con todas las papeletas para ser intervenidas, algo que no es habitual, pues al pobre le han intervenido las cuentas de la Junta para que no pueda continuar con su política de bajada de impuestos, como prometió y la creación de empleo, que no va mal a pesar de que aún tenemos casi ochocientos mil parados. Tiene gracia que la responsable del déficit del pasado año, María Jesús Montero, sea también la de esta broma de mal gusto. Parece que le han dicho, tú vas de triunfalista, pues leñazo en el cogote y ahora te vamos a obligar a recortar en justicia social para que vean los andaluces lo mala que es la derecha. Esto hasta le puede beneficiar al tripartito, porque ahora, después de ponerles difícil lo de financiarse en los mercados, pueden olvidarse de bajar impuestos y recortar lo que les dé la gana, que la culpa la tendrán Sánchez y la Montero. Hablando en plata, esto demuestra lo que les importa Andalucía y los andaluces a los socialistas, sobre todo cuando no tienen dónde meter las manos. No gobernamos nosotros, pues ala, zancadillas para que no salgáis nunca de este atraso endémico que es responsabilidad de la rancia derecha andaluza. No, es responsabilidad de los casi cuarenta años de gobierno socialista. El nuevo Gobierno de Andalucía no lleva ni un año y se respira otro aire, desde luego más limpio, en la política andaluza. Se insiste mucho en que han destrozado la sanidad en solo unos meses, algo difícil de creer. Tanto como pensar que lo bueno es responsabilidad del Gobierno anterior, y lo malo, del actual. Los de los ERE se creen que somos tontos. Aunque con su conocido triunfalismo, el presidente daba anoche mismo unos datos en El Cascabel que invitaban al optimismo moderado. De cada cuatro nuevos autónomos, tres son andaluces. Crece el empleo por encima de la media española y las inversiones extranjeras en la comunidad también van bien, sobre todo si tenemos en cuenta lo mal que solían ir en la etapa socialista. Esto explica, en parte, el leñazo de la ministra Montero, que es una manera de aguarle la fiesta al señor Moreno Bonilla, quien seguramente será su contrincante en las próximas elecciones andaluzas.