Kike Calleja y Raquel Abad se casan y dejan de vivir en pecado

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05 jul 2022 / 11:57 h - Actualizado: 05 jul 2022 / 15:13 h.
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Ya les avanzo que el próximo viernes estaré acompañando a Kike Calleja y Raquel Abad en su boda. Ya saben, Kike Calleja el periodista que conocen ustedes de la tele y Raquel Abad la que fue concursante de GH (la que rompía maquinas para nominar a sus compañeros). Dado que los indios de la India nos caracterizamos por nuestra enorme e inquebrantable discreción, no voy a desvelar nada secreto, pero ella irá de blanco, comeremos pulpo a la gallega y palmeras de chocolate (entre otras exquisitas viandas) y beberemos buen vino y refrescos helados (los indios de la India no probamos el alcohol salvo que la boda sea la de uno mismo). Me consta que la cosa merecerá la pena.

Desde diciembre de 2016, Kike Calleja y Raquel Abad son novios. Le unió el destino de forma inesperada y definitiva. Han estado viviendo los últimos años en lo que en la España más profunda se ha considerado pecado durante décadas, esto es, juntos. Y el destino les ha empujado a unirse en matrimonio por siempre jamás que es como se unen en matrimonio todas las parejas del mundo si es que se unen. Parecen muy enamorados y, todavía, se les puede ver en público mirándose a los ojos para decirse cosas bonitas. Cosas de jóvenes que creen en el futuro.

¿Hacen buena pareja? Definitivamente, sí. ¿Tendrán hijos pronto o se harán de rogar? Hasta dónde sé, puedo confirmar que... no sueltan prenda. Raquel Abad suele pararse frente a los escaparates de las tiendas dedicadas a la moda infantil aunque esto solo es un indicio. Nadie sabe qué pasará. Si quieren mi opinión sincera, creo que serán padres ya mismo. Igual la criatura llega sin que nadie lo sepa (ni siquiera ellos) en el avión que les traiga de regreso de su luna de miel.

Ya les contaré en el futuro todos los detalles posibles sobre la ceremonia, el banquete y el fiestorro. Y, por supuesto, les informaré del ridículo que hizo fulanito o menganita al caer de bruces después de beber la enésima copa de vino, o sobre lo pesado que puede llegar a ser un famosete, o lo mucho que pierden algunas con el maquillaje descolorido. Contaré todo aquello que nadie se atreverá a contar porque los indios de la India estamos llamados a difundir la verdad.

La boda es este viernes. Supongo que el martes habré despertado después de la juerga para contarles. Mientras, tengan paciencia.