Kiko Hernández sin maquillar, rojo como un tomate y echando espuma por la boca

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03 jun 2022 / 20:50 h - Actualizado: 03 jun 2022 / 20:56 h.
"Opinión","Televisión"
  • Kiko Hernández sin maquillar, rojo como un tomate y echando espuma por la boca

Si la cara es el reflejo del alma se puede confirmar algo que es una evidencia para muchos: Kiko Hernández es un hombre lleno de rabia, de mala baba y de rencor. El espectáculo diario (o casi) que está dando desde hace años es, sencillamente, repugnante. Acusaciones, insultos, presión insoportable, mofas y un sarcasmo de macarra de tercera venido a menos, son las armas habituales con las que se maneja este sujeto que ha confundido dar espectáculo con la casquería en el territorio de las relaciones entre personas. Sus formas son excesivas, su fondo llega a los sótanos de lo miserable.

Ayer, Kiko Hernández atacó de forma desmesurada a su compañera de programa Lydia Lozano. Seguramente, el numerito formaba parte de la escaleta y no tuvo ni un gramo de verdad, pero solo un tipo de esas características es capaz de enrojecer, de hablar con ese tono insultante hasta el dolor o de mirar como si quisiera arrancarte el alma de cuajo. Y todo porque la colaboradora es la única a la que maquillan las profesionales de la cadena dado que arrastra una lesión; desde hace algún tiempo solo se maquilla a los presentadores de los programas. Kiko Hernández clamaba al cielo porque ella aparece bonita en pantalla y él hecho un mamarracho (como si eso lo pudiera arreglar con polvos). Da igual si este momento tan desagradable era parte o no de un guion, el caso es que este hombre pierde mala leche por los cuatro costados.

Es uno de los rostros de la televisión que mejor representan la basura, la caspa, el lado más oscuro y esa zona tan espantosa que resta tanto a la sociedad por normalizar conductas intolerables.

¿Hasta cuándo los espectadores atenderán a este tipo de personajes? ¿Es necesario seguir insistiendo en lo rastrero y en lo zafio para divertir a un tipo de espectador que se traga lo que le echen porque le entretienen a base de escándalos? Un día de estos aportaré unos datos maravillosos sobre la tipología del espectador de telebasura. ¿Son jóvenes o personas muy mayores mayoritariamente? ¿Son hombres o mujeres en gran parte? ¿Usted cree que los programas más groseros lo ven los que han estudiado una carrera universitaria o los que no han pasado de la ESO? En unos días.