La Junta de Andalucía ha notificado 2.220 nuevos contagios de Covid-19 en las últimas 24 horas. Hace una semana fueron 692. Son datos objetivos. Cada uno d nosotros podemos pensar sobre ello y sacar conclusiones. Todas desastrosas.
Es muy preocupante que en España entera estemos buscando formas originales y diversas para contagiarnos. No paramos de hacer cosas entre estúpidas y desquiciadas como si quisiéramos encontrar el método infalible para encontrarnos de cara con el SARS-Cov-2; contagiarnos, ingresar en un hospital, terminar en la UCI o en el tanatorio. Es una cosa incomprensible, estúpida e irritante. Estamos dando un espectáculo inolvidable.
Dentro de esa búsqueda de imbéciles, el colmo de los colmos lo hemos conocido ayer: un centro comercial en Málaga tuvo que ser desalojado porque la aglomeración de personas era excesiva. La razón por la que se concentró un enorme número de adultos y niños fue que Kiko Rivera y Omar Montes y una tal Fani, iban a vestirse de Reyes Magos. Sí, Kiko Rivera y Omar Montes. Y una tal Fani. Ese es el nivel. Si hubieran sido invitados para interpretar los papeles de Melchor, Gaspar y Baltasar, John B. Goodenough, Peter Handke y Reinhard Genzel, el centro comercial hubiera estado mucho más solitario. En España somos más de adorar al hijo de ‘la Pantoja’ que de ir a escuchar lo que dicen los científicos o literatos galardonados con un premio Nobel.
La cosa va creciendo y las opciones se están convirtiendo en una fantasía. Por ejemplo, contagiarse en una fiesta que alguien organizó en la casa de Leticia Sabater (ella, por supuesto, no sabe nada de este asunto y es inocente; es la Dama de las Camelias del mundo de la caspa). Es lo más de lo más: hacer el gilipollas en casa de una famosilla es una maravilla.
Este es el nivel, queridos.