Durante unos días y apenas sin haberla visto nadie, ha estado expuesta en la Sala DE PROFUNDIS del antiguo convento de clarisas franciscanas de Sta. Clara de Asís de Sevilla, una versión de la Instalación que TERESA LAFITA, mantuvo en los Jardines de la Torre de D. FADRIQUE.
La amenaza de lluvia, la alerta amarilla, la otras alertas provocadas por “la pandemia” que restringen la capacidad de entrada en los espacios públicos (y privados), la distancia social, etc. y las cuatro gotas que iban a suponer el Diluvio Universal y que en verdad fueron las que cayeron ¡afortunadamente! sobre Sevilla, obligó a que la obra se trasladara de sitio ante el riesgo que pudiera estropearse desfigurando unas facciones de “idílica” belleza y un cuerpo armónico que levemente se insinúa bajo la vestimenta.
La idea no obstante esta vez no ha sido de la autora, sino de algunos miembros del personal de mantenimiento, recepción y vigilancia de este Centro de Arte. En concreto de PASCUAL MUÑOZ al que secundaron LUIS MAURIÑO y SABINO GONZÁLEZ directa o indirectamente implicados ante la emergencia climática y conocedores como otros miembros del personal laboral del montaje primitivo, cuando la figura que representaba a LEDA, o a OFELIA, a la BELLA DURMIENTE, o a la VIRGEN DEL TRÁNSITO, ...estaba absorta pero en cualquier caso viva.
Había que ponerla a salvo de las inclemencias de manera urgente ante la tromba del Apocalipsis amenazante y no se les ocurrió bienintencionadamente otro lugar, que llevarla al sitio más cercano hasta que amainara el temporal y volver de nuevo al esplendor del jardín hasta el 3 de octubre, fecha en la que se tenía previsto su cierre. Acarrear una y otra vez unas piezas de bastante peso, no es tarea cómoda. El caso es que se fue quedando por unos cuantos días missing hasta que se decidió con buen criterio, darle descanso eterno en otro lugar más profano, como así se ha hecho.
El que se trasladara a la sala donde tenía lugar el velatorio de las monjas muertas, el estado de conservación de ese recinto, las sensaciones ¿por qué no decirlo claro?: tétricas o lúgubres que provoca, la oscuridad, los retos de pinturas murales entre las ruinas de un espacio que se remonta al siglo XV, etc. ha hecho que esta adquiera una nueva lectura ya que sin pretenderlo sin duda, en el camino que va desde los árboles, flores, setos, arbustos, enredaderas y en general todo el exterior pasando por una de las galerías del claustro grande hasta donde se encuentra ahora, sin que se sepa las razones, el caso es que ya está muerta.
El blanco destellante de su traje de novia realizado con raso y pedrerías, el velo de tul, los pétalos caídos de su “vida” en el jardín, su ubicación a ras del suelo como emergiendo de las profundidades telúricas, es algo parecido a las visiones que debían tener los místicos cuando entre penumbras emergía la figura de un personaje sagrado.
Lo sagrado y lo profano tratado con un respeto total, han hecho posible el que una vez pasada “a mejor vida” TERESA vuelva a exponerla, esta vez en el ANTIQUARIUM a partir del 17 de Diciembre. Ya daremos buena cuenta a sus seguidores.
JOÂO LOPES DO BARRANCO