El 25 aniversario de la llegada de la Alta Velocidad Ferroviaria a Sevilla ha permitido resaltar lo mejor de nuestra clase política. Todas las valoraciones que se han realizado por parte de las distintas autoridades han puesto de manifiesto la trascendencia que ha tenido esta infraestructura para Andalucía. Es algo más que evidente que se traduce en la extraordinaria acogida que ha tenido el AVE, con millones de usuarios, así como con un notable impacto social y económico tal y como se refleja en el estudio realizado por Analistas Económicos, de Unicaja. Es una obviedad pero nunca está de más reconfortarnos con lo que ha sido una acertadísima medida adoptada en su día por el entonces presidente del Gobierno, Felipe González.
Sin embargo, tal vez, lo más destacable haya sido escuchar de Mariano Rajoy o del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, palabras de elogio y reconocimiento hacia el expresidente por haber tomado en su día esa decisión. Un paso que significaba arrancar la alta velocidad desde Sevilla y no, precisamente, desde otras comunidades más prósperas como era el caso de Cataluña. Aún hoy persiste en dicho territorio perplejidad porque las cosas se desarrollaran así y no como ellos querían. Las hemerotecas guardan innumerables pronunciamientos sumamente críticos. No entendían que tuvieran que esperar unos años más para tener dicho equipamiento siendo ellos como lo eran y lo son, la región más rica y próspera.
Pero, por aquella época González aguantó esas presiones así como, también, las dudas que proyectaban sobre la viabilidad de ese proyecto los sectores más conservadores de la propia capital andaluza. Todo eso es pasado. Esas reticencias iniciales quedan absolutamente empequeñecidas por la grandeza de una actuación que cambió radicalmente la realidad de la movilidad de los andaluces así como, también, la zona en donde se insertaba en este nuevo medio de locomoción. De todas formas, conviene no olvidar que siempre la innovación y los avances generan automáticamente una reacción en contra que, en algunos casos, se resisten a perecer. Y así, resulta curioso observar como todavía algunos expertos catalanes se siguen descolgando con análisis bien retorcidos para tachar este proyecto como innecesario y despilfarrador. Unas descalificaciones que, por supuesto, no dirigen para el AVE que une Barcelona con Madrid. Dan la impresión de que todavía se duelen y no perdonan que se partiera desde Andalucía. Y es como el mismo González decía, sino fuera así, si no se hubiera decidido arrancar desde Andalucía, la alta velocidad nunca hubiera llegado a esta tierra.
En un momento en el que se agudizan las tensiones políticas y se agrava el cuerpo a cuerpo entre dirigentes de uno y otro partido, cuando la discusión llega a límites realmente insoportables, el éxito del AVE obra el milagro del consenso y del acuerdo dejándose atrás el sectarismo. Y es que estamos ante una feliz realidad que supera cualquier mirada miope o particular y que va más allá de una fuerza política o gobierno concreto. El AVE que ahora conmemoramos es un triunfo de una sociedad que apostó por salir de su postración y el subdesarrollo. Una ambiciosa tarea que tuvo en González a su principal precursor y que se ha prolongado en el tiempo, pero que necesita retroalimentarse cada día hasta conseguir eliminar los cuellos de botella que aún existen como pueden ser su extensión hacia Andalucía oriental o el enlace ferroviario del puerto de Algeciras con los corredores Central y Mediterráneo.
Hay que entender, por tanto, esta celebración que acabamos de vivir como un recuerdo gratificante e, igualmente, como todo un estímulo para seguir mirando al futuro y fijar nuevas aspiraciones que nos garanticen el futuro. Y aquí vale la siguiente apuesta que nos pone por delante González: el mejor AVE que nos queda es el de dotarnos de un potente sistema educativo. Es un excelente objetivo que requerirá del esfuerzo de todos, lejos de pendencias particulares y con el espíritu de acuerdo y consenso del que hemos disfrutado en la conmemoración del 25 Aniversario del AVE de Madrid a Sevilla. ~