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Coronavirus

La corona y el virus

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27 mar 2020 / 15:05 h - Actualizado: 27 mar 2020 / 15:07 h.
"Coronavirus"
  • La corona y el virus

¿Tenemos que tener miedo en España al coronavirus? No, creo que tanto como miedo, no, porque bloquea, pero sí respeto. En nuestro país tenemos la corona y el virus desde hace muchos años. La corona impuesta y el virus lo elegimos cada cuatro años. Bueno, últimamente cada menos tiempo, porque siempre parece que es peor. Y lo más virulento es que este binomio, parece ser, que no es ni mucho menos contrapuesto. Al final es sencillo el diagnóstico: encefalograma social plano. O lo que es lo mismo: o se espabila la rama de la medicina inmunológica social o no salimos del coma tan fácilmente.

Los materiales y los diamantes que conforman nuestra corona, nos han costado y nos cuesta a cada español un pico. Por no hablar, de todo lo que rodea a este abalorio y la historia que tiene. El “Vivan las caenas” que gritaba el pueblo español con la entrada triunfal de Fernando VII, parece que todavía tiene adeptos. De hecho, hay muchos españoles que creen que todavía la corona es estrictamente necesaria para un porvenir beneficioso en nuestro país. Claro está que hablan de futuro, porque del pasado no tiene sentido hablar, puesto que “A rey muerto (emérito), rey puesto”. Además, han cambiado los tiempos y el que lleva ahora la corona es otro.

Sin embargo, en España también los hay que no quieren ver la corona ni de lejos. Además, piensan que ahí están las bases del virus (parlamentario) que nos asola desde hace tiempo. Éstos dicen estar “vacunados” desde hace años y que lo que erradicaría esta pandemia, sería acabar con la corona. Sí, destruir la corona, con un antídoto, que llevaría una cantidad importante de las sustancias conocidas como: “enmiendas constitucionales” y que a su vez, darían como resultado la cura del bicho, con algo denominado “Tercera República”.

Con esos razonamientos, ambos parecen consecuentes. Al final, los dos quieren encontrar la cura a este virus, en la que se encuentran altas dosis de sustancias muy perjudiciales para la salud social. Entre ellas, algunas como: enrojecimiento de las palmas de las manos (de tanto trabajar para los mismos), fiebre (sensación de calor, por lo encendido que nos ponemos al ver que siempre nos roban y que los ladrones, encima dejen herencias millonarias), sudores fríos (cuando ves que dicen que todo lo hacen por nuestro bien), vómitos constantes (la bilis que expulsamos, al ver cómo la justicia no es igual para todos) con una importante sensación de asfixia que nos produce no llegar a fin de mes, o no poder hacer frente a los pagos.

En resumidas cuentas, parece que soluciones hay. La cuestión está en saber cuál es verdaderamente la mejor para todos. Y esta vez sí que digo de verdad eso del “para todos”. Porque para los que queremos buscar el buen fin, y nos encontramos entre dos aguas, es difícil decantarse por un remedio u otro. Esto ocurre por la sencilla razón de creer que hay algo más allá de cualquiera de las dos curas propuestas de “La corona y el virus”. No quiero pensar, que el virus siga vivo por mucho tiempo, con corona o sin ella. Quiero creer que un día acabaremos con él.