La Cuaresma

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28 mar 2018 / 18:01 h - Actualizado: 28 mar 2018 / 20:47 h.

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión que marca la Iglesia para prepararnos para la gran fiesta de la Pascua (también llamada Domingo de Resurrección o Domingo de Gloria), donde se conmemora la resurrección de Cristo al tercer día de haber sido crucificado, conforme a lo establecido en los Evangelios.

Durante los 40 días que dura la misma, los que van desde el miércoles de ceniza al Jueves Santo, el cristiano hace un esfuerzo especial por «vivir más cerca de Cristo». Pero el verdadero esfuerzo como cristiano, como persona, no es sólo aquel que intentamos en la semana Santa o en Cuaresma; el verdadero esfuerzo es aquel que nos permite crecer como persona, pensando en los demás, durante todo el año, todos los días, todas las noches.

El perdón, la reconciliación, las acciones, deben de ser nuestra mejor carta de presentación para ser un buen cristiano. Para los que somos creyentes (incluso para aquellos que no lo son) creer en Dios es creer en uno mismo, es ser mejor persona, es dar otra oportunidad al prójimo, pero siendo consciente que el prójimo lo tenemos –en numerosas ocasiones– muy cerca, muy cerca... tu hermano, tu madre, tu marido, tu hija.

Creer en Dios está más al día de los que muchos piensan; muchos se escudan (para alejarse de Él) en tildar a la Iglesia de arcaica o no de no avanzar al mismo ritmo que la sociedad, pero en el fondo lo que está buscando es la «Iglesia que le interesa para sus intereses» (valga la redundancia).

Yo creo en la Iglesia del Papa Francisco, la de la humildad, y creo en la Iglesia de la Madre Teresa de Calcuta, cuando nos dice «da siempre lo mejor de ti». Esa Iglesia no caduca, no prescribe, está siempre presente y siempre vigente.

Mientras tanto, ¡sé feliz!