La posesión de información es poder aunque la manipulación de esa información para convertirla en desinformación aumenta el poder. Desinformar es dar información intencionadamente manipulada al servicio de ciertos fines, insuficiente o incluso omitirla. La desinformación se ha convertido en una poderosa arma política, especialmente cuando estamos permanentemente pendientes de las redes sociales, el que mejor maneja esas redes es el que mejor las puede manipular para conseguir unos objetivos no siempre legítimos. Han hecho que el dinero venga de las redes sociales.
La información es el alimento del cerebro, la desinformación lo alimenta de comida basura saciando falsamente el hambre y provocándonos «diabetes e hipertensión mental». La información verdadera es uno de los grandes valores fundamentales de la sociedad europea que nos ha costado mucho conseguir, sin ella el conocimiento y la libertad dejan de existir. Recuerdo que cuando apareció internet libre para todos pensé que con ese hecho, aunque era intrínsecamente bueno, comenzaba una nueva época. Hoy muchísima gente vive, se informa y estudia a través de internet, si es así olvídese de su libertad y de su creatividad, cualquier información es susceptible de ser manipulada. Sin usted saberlo, le están configurando su cerebro para la desinformación, lo están alimentando con comida basura mental. Usted merece y debe tener fuentes fiables de información y de conocimiento a través de prensa y televisión acreditadas y de libros solventes que ofrecen conocimiento. Hoy más que nunca, es necesario consolidar los principios democráticos que facilitan el acceso a la información veraz. Los que quieren desinformar están en las redes sociales de donde sacan dinero y poder. No por mucho leer o ver televisión se está mejor informado, seleccione el alimento con el que nutre a su cerebro. La basura no alimenta, desinforma y provoca enfermedades.