Pasa la vida

La España eclipsada aporta la mayor parte del metal olímpico

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Juan Luis Pavón juanluispavon1
08 ago 2021 / 10:25 h - Actualizado: 08 ago 2021 / 10:27 h.
"Pasa la vida","Juegos Olímpicos"
  • El cacereño Alberto Ginés se colgó la medalla de oro en escalada deportiva.
    El cacereño Alberto Ginés se colgó la medalla de oro en escalada deportiva.

La España política, económica y mediática no frena su inercia de poner el foco en proporciones desorbitadas sobre Madrid y Barcelona, y concentrar cada vez más las grandes inversiones en las dos metrópolis españolas, porque siempre es buen momento para esgrimir que si son competitivas internacionalmente atraen negocio hacia el país. Casualmente se elude siempre en ese argumentario que esa dinámica también es una de las causas de que exista tanta España vaciada. Pero cuando llega la cita de los Juegos Olímpicos y toca competir deportivamente para exhibir capacidades a ojos del mundo entero, quienes consiguen la mayor cantidad de medallas para ofrecer oro, plata y bronce al altar de la patria son españoles de provincias y regiones sometidas a esa desigualdad pertinaz. Han nacido y se han batido el cobre lejos de una ciudad de impacto olímpico como Barcelona y de otra como Madrid que intentó serlo. Dos capitales con la mayor cantidad de habitantes con los que vertebrar cantera, donde están radicados los principales clubes, donde hay equipamientos y recursos que ni soñar pueden en miles y miles de municipios.

La bandera de Talavera de la Reina (Toledo) tuvo 5 segundos de presencia mediática global cuando la enarboló Sandra Sánchez en Tokio tras ganar la medalla de oro en karate. En la misma modalidad donde cosechó plata Damián Quintero, nacido en Argentina, criado y forjado personal y deportivamente en Torremolinos (Málaga). También es toledano el tirador Alberto Fernández, medalla de oro. Nació en Belvís de la Jara y vive en Illescas, ambos de dicha provincia castellanomanchega. Su compañera de competición, Fátima Gálvez, es de Baena (Córdoba). Y de Cáceres es el jovencísimo escalador Alberto Ginés, que regresa con la vitola de campeón olímpico. Se entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona), inaugurado en 1987 con vistas a potenciar los talentos del deporte español para los Juegos de 1992.

Si analizamos a tenor de la importancia de los deportes dentro del programa olímpico, la tendencia se mantiene. En atletismo, Ana Peleteiro encabeza el balance con su bronce en triple salto. Nacida en Riveira (La Coruña), donde comenzó a despuntar en el escalafón atlético. En gimnasia, gran mérito el de Ray Zapata con su plata en la especialidad de suelo. Nacido en República Dominicana, desde los 5 años de edad en la isla tinerfeña de Lanzarote.

En Galicia también se forjan medallas como las de los piragüistas Carlos Arévalo (Betanzos, La Coruña), Rodrigo Germade y Teresa Portela, ambos de Cangas de Morrazo (Pontevedra), y la del regatista Nicolás Rodríguez, de Vigo (Pontevedra). Muchas más que Madrid, representada en las pruebas individuales solo por la admirable Adriana Cerezo, de Alcalá de Henares, la taekwondista de 17 años que ganó la medalla de plata y encandila por su entusiasmo y su confianza en sí misma.

Salvo en la plantilla de la selección femenina de waterpolo, donde la raigambre barcelonesa es casi absoluta al ser un deporte donde sus clubes mantienen la hegemonía en la capacidad de competir a alto nivel, en el resto del programa de competiciones de Tokio ha sido escasa la consecución de medallas gracias a deportistas catalanes, como el regatista barcelonés Jordi Xanmar, bronce en vela. El mejor es el piragüista leridano Saúl Craviotto, el más laureado en la historia olímpica del deporte español, a quien, por desgracia, se le hace el vacío en Cataluña porque su profesión es policía nacional (trabaja en Gijón), y además es una persona que no disocia de su identidad la catalana de la española.

Rebobine lo sucedido desde que la tenista Naomi Osaka encendió el pebetero en la capital nipona. En el tenis, la proeza de subir al podio fue cosa del gijonés Pablo Carreño. En ciclismo, gracias a David Valero, de Baza (Granada). En piragüismo de aguas bravas, Maialen Chourraut, de San Sebastián. De la cantera balear proceden los medallistas Joan Cardona (vela) y Marcus Walz (piragüismo). En balonmano masculino, para volver a conquistar el bronce ha sido importante la contribución de los barceloneses Antonio García (de La Llagosta) y Aleix Gómez (de Sabadell) en una selección encabezada por Raúl Enterríos, de Gijón; Alex Dujshebaev, de Santander, y Gonzalo Pérez de Vargas, de Toledo. Y la plantilla de futbolistas que ha resituado al balompié español en la lucha por el oro olímpico, 21 años después de la selección encabezada por el barcelonés Xavi Hernández, tiene en su haber la medalla de plata tras haber dado la batuta a Pedri, el jovencísimo jugador canario, y ha vivaqueado en el torneo merced a los goles del guipuzcoano Oyarzábal, el mallorquín Marco Asensio, el navarro Mikel Merino, el cartaginés Rafa Mir y el egarense Dani Olmo, nacido en Tarrasa como Xavi.

Den por seguro que después de darles las gracias a ellos y ellas por representar con éxito al conjunto de la sociedad española, las reglas del juego continuarán normalizando las dos Españas: Madrid-Barcelona por un lado, y el resto son 'provincias'.