Vivir en la incertidumbre es algo que muchos de nosotros hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas. Bien por una crisis económica, por la pandemia, una ruptura amorosa o cualquier otro motivo. No saber qué nos depara el futuro puede generarnos ansiedad, estrés y frustración. Sin embargo, también podemos ver la incertidumbre como una oportunidad para crecer, aprender, adaptarnos y ser más creativos. ¿Cómo podemos aprovechar la incertidumbre para nuestro beneficio? Aquí te comparto algunas ideas:
Acepta la realidad tal como es. No puedes controlar todo lo que sucede a tu alrededor, pero si puedes controlar cómo te sientes y cómo actuar ante ello.
Busca apoyo si lo necesitas. No te resistas al cambio, sino fluye con él.
Busca el lado positivo. La incertidumbre puede ser una fuente de motivación, curiosidad y desafío. La incertidumbre, te abre puertas a todas las posibilidades.
Piensa en lo que puedes ganar, no en lo que puedes perder.
Realiza meditación y ejercicio físico a diario. Tienen unos beneficios extraordinarios para la salud mental.
Agradece lo que tienes y lo que has logrado hasta ahora.
Valora las oportunidades que se te abren y los recursos que posees para afrontarla.
Planifica lo que puedas, pero sé flexible. Tener un plan te ayuda a tener una dirección, una meta y una estrategia. Pero no te apegues demasiado al plan, sino sé capaz de modificarlo según las circunstancias.
Confía en ti mismo y en los demás. La incertidumbre puede minar tu autoestima y autoconfianza, pero también puede fortalecerlas si te enfocas en tus fortalezas, habilidades y logros.
Cree en tu capacidad de superar los retos y de aprender de los errores.
Disfruta del presente. No te obsesiones con el futuro, ni te lamentes por el pasado.
“Danzar con la incertidumbre implica comprender que las mejores cosas de nuestra vida suelen ser inesperadas”.