Menú

La ideología que pervierte el lenguaje

Image
13 dic 2023 / 10:24 h - Actualizado: 13 dic 2023 / 10:25 h.
  • La ideología que pervierte el lenguaje

He vivido, desde que tengo uso de razón, inmerso en el mundo de las palabras. Mi afición por la lectura y por la escritura, me ha llevado a profundizar siempre en los conceptos: desde niño nunca faltó un diccionario en mi mesa de trabajo. Tampoco faltó nunca, ni falta hoy, la conciencia, la razón y la curiosidad para profundizar sea en la realidad en la que vive inmersa la sociedad, sea en la capacidad de algunos políticos para alterar con el lenguaje la sustancia de las cosas. A este propósito me sorprende, por ejemplo, lo que se pretende hacer con los vínculos familiares. Ciertas ideologías han dado pasos impensables creando figuras parentales con números progresivos (1, 2, incluso 3, en lugar de padres y madres); o la reciente reforma de una ley en Alemania que ya no considera a la familia fundada sobre vínculos naturales, sino sobre «vínculos electivos». Lo que quiere decir es que la voluntad se convierte en arbitrio absoluta para autodeterminar y elegir a los propios familiares, en sustitución de la naturaleza que los genera.

Otro ejemplo del lenguaje “pervertido”: lo que se llamaba “útero de alquiler”, es decir arrendar una parte del cuerpo de otra mujer fuera de la familia para tener un hijo, ahora intentan camuflarlo con una “gestación para otros”. Se le cambia el nombre para tranquilizar sobre un cambio de sustancia que en sí mismo no cambia. Se sigue utilizando a la mujer como una simple incubadora.

Del mismo modo se trata a la eutanasia, un acto que provoca la muerte para suprimir el dolor o por otras motivaciones; algo que constituye un homicidio gravemente contrario a la dignidad de la persona humana, y que ahora se edulcora con “buena muerte”, “muerte digna”, “muerte suave y tranquila”. Se ofrece la muerte en soledad médicamente asistida, sin dar otra alternativa para aliviar el sufrimiento con cuidados paliativos acompañando a la persona en esta última fase de la vida. No olvidemos que “incurable” no es nunca sinónimo de “in-cuidable”

Con el aborto sucede lo mismo: primero se le encuadra en lo que se denomina “salud reproductiva”, después se lo presenta como un derecho que debería poseer toda mujer o niña que pueda quedarse embarazada; se insiste que no se puede negar a las mujeres un derecho como el de la libertad. Sin embargo, esta colonización ideológica que se traslada a las leyes, legaliza que haya seres humanos que no tengan derechos, permitiendo así matar al más débil e inocente. Injusta discriminación que además defienden los que no permiten que se les toque un pelo a los animales, enarbolando sus derechos. Los animales para ellos son dignos de ser defendidos, estos seres humanos que se abren a la vida, no.

La perversión del lenguaje también nos llega por parte de los que quieren demostrar la bondad de la amnistía y no reconocen que se concede por una corrupta compra de votos. Un ataque al Estado de Derecho que se hace sin razones jurídicas, haciendo una excepción arbitraria y descarada de la aplicación de la Ley, mandando al olvido condenas firmes por delitos.

Sánchez y sus ministros ponen caras de angelitos y repiten: “Debemos apostar por la convivencia [y aprobar la amnistía] para consolidar los avances logrados en estos cuatro años.” Además, dice, con toda la cara dura y la desvergüenza que le caracteriza, que es “para aparcar el odio y levantar un muro frente a la extrema derecha”, envolviendo la amnistía en palabras bonitas, como “concordia”, “convivencia”, “esperanza” e “ilusión por el encuentro”.

Muchos españoles “beben y beben y vuelven a beber” tragándose todo lo que les dé de comer Pedro Sánchez, que se ha convertido en un gran manipulador del lenguaje, y que, a través de los medios de comunicación a su servicio, manipula el pensamiento y la realidad en personas “débiles”. La ignorancia de muchos militantes socialistas -que han dejado de razonar o no han razonado nunca- es capaz de llamar “cambio de opinión” a las que son solo mentiras repletas de cinismo.

La manipulación del lenguaje es arma política que en la mayoría de los casos lleva al sometimiento. Los españoles no se merecen seguir sufriéndolo.