La vida del revés

La III Guerra Mundial está en marcha

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21 may 2019 / 08:00 h - Actualizado: 21 may 2019 / 22:58 h.
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  • El USS Carl Vinson realizando maniobras junto a otros buques estadounidenses. / EFE
    El USS Carl Vinson realizando maniobras junto a otros buques estadounidenses. / EFE

Hace unos días caía un cohete en la Zona Verde de Bagdad. Allí se encuentra la Embajada de los Estados Unidos. Y, a modo de respuesta, Donald Trump enviaba su propio misil a través de las redes sociales: ‘Si Irán quiere luchar, ese será el final oficial de Irán. ¡Nunca amenacen a Estados Unidos de nuevo!’.

El Trump más bravucón aparece en el momento más inesperado. Aunque, en la otra esquina del ring, tampoco se andan con chiquitas o exquisiteces diplomáticas. Hossein Salami decía: ‘No estamos buscando guerra pero tampoco le tenemos miedo’. De momento, guerra de gallos en lo que a las armas se refiere.

Lejos de los cañonazos y de los ruidos de bayonetas, de los misiles o de combates cuerpo a cuerpo, la guerra ha empeorado de forma brusca, de modo inquietante. Porque la guerra mundial se libra hace tiempo. Las sanciones económicas planteadas por Trump, las amenazas de Romani que hablan del bloqueo del estrecho de Ormuz y unas reservas iraníes de Uranio enriquecido incontrolables, son las verdaderas armas con las que se pelea. Estas son las guerras de hoy, las que más daños pueden producir, las que provocan bajas por doquier. De momento, las Bolsas de todo el mundo se dejan un dineral desde hace unos días.

¿Alguien es capaz de imaginar el desastre que provocaría una subida disparatada del precio del petróleo en un plazo corto de tiempo? Da miedo cuantificar el efecto de estas guerras de clicks, de precios destructivos al máximo, de deudas por pagar.

Sin lanzar ni un petardo de diez céntimos de euro, hoy se puede declarar una guerra brutal y definitiva que llevaría a un buen número de países hasta una ruina insoportable y a las personas al tiempo del hambre y la desesperación.

Hay que recordar que, por si el problema de Estados Unidos con Irán era poco, el Gobierno de Donald Trump ha incluido en una lista negra comercial a la empresa china Huawei. Por supuesto, la empresa asiática está viviendo una de las peores crisis de su historia y corren buscando una solución a los problemas a los que se enfrenta. Se suma Google suspendiendo negocios que requieran la transferencia de productos de hardware y software, salvo los cubiertos por licencias de código abierto. Este conflicto puede derivar en una guerra comercial mucho más dura que la actual y la desestabilización de los mercados mundiales.

Trump, al mismo tiempo que amenaza y grita, mientras enseña los dientes y sus buques de guerra, está librando batallas comerciales que le están dando, de momento, resultados más que favorables.

El nuevo imperialismo se construye a base de clicks, documentos y tuits. La III Guerra Mundial está en marcha y no queremos ver la evidencia.

Veremos.