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La importancia del tiempo

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17 abr 2022 / 04:49 h - Actualizado: 17 abr 2022 / 04:49 h.
  • La importancia del tiempo

¡Y tanta! Ya sea físico como meteorológico, el tiempo, en todas sus formas, tienen un halo cuasi-hipnótico... De hecho, creo que estos días el hombre del tiempo es el mááás popular de la ciudad, pues todos miramos al cielo, con ansia, esperando la salida de nuestra Hermandad. ¡Ay, el tiempo!

Hay días que te asaltan los recuerdos a modo de buenos consejos, aquellos que te ayudan a llegar más lejos sin que por el camino dejes hasta el pellejo. Hoy pienso en todo aquello que me hace decir y sentir: «¡YES!» (Yo Estoy Satisfecha), pienso en nuevos retos y objetivos, pienso en el tiempo para conseguirlos y en lo fugaz y valioso que es...

Lo más valioso...

Hoy ha venido a mi mente un recuerdo de cuando me encontraba realizando mi Máster en Gestión de RRHH, un profesor planteó a la clase la siguiente cuestión: «Cuando una empresa os contrata, ¿qué es lo más valioso que le estáis ofreciendo?» la mayoría de los alumnos respondían: «Conocimientos, experiencia, saber hacer», el profesor finalmente desveló qué era lo que verdaderamente ofrecemos a la empresa: «tiempo, cuando te contratan lo más valioso que estás ofreciendo es tu tiempo».

Quizás a ninguno se nos ocurrió pensarlo en aquel momento porque nos parecía una respuesta demasiado obvia o bien porque no le dimos demasiada importancia a aquello del tiempo; ahora, viéndolo con perspectiva lo entiendo mucho mejor. Ya sea en la vida o en la empresa, ¡el tiempo es un activo que no regresa! y tanto para que tú mismo, como quien te contrató podáis decir: «¡esto compensa!» asegúrate de tener bien repleta la despensa de tu tiempo con segundos, minutos, horas, días, meses, años... ¡de calidad! y ten en cuenta que cada uno de los «productos» de esta «despensa temporal» son ¡únicos e irrepetibles!, que si hoy has disfrutado de un día delicioso, mañana sólo podrás repetir la delicia ¡si tienes pericia y dejas a un lado la avaricia! (y aún así, nunca será exactamente igual que la del día anterior).

Como decían El Sombrerero Loco y Alicia: «¡Feliz no cumpleaños!», y tenía bastante lógica la felicitación porque ¿para qué esperar un único día para la celebración? ¿qué pasaría con tu tiempo, con los otros 364, «pá« quién, «pal» gato? Si no quieres que tu vida sea un siemple dato, llena cada minuto de tu tiempo con actitudes, personas, ideas, lugares ¡que fomenten tu crecimiento y te hagan sentir contento! Cada día de los 365 que llenan el año son un nuevo peldaño en la escalera de nuestro tiempo, cada día de esos 365 es una nueva oportunidad para asumir un nuevo reto, para descubrir e inventar una nueva habilidad, para ¡brillar!

El tiempo debiera estar más cotizado que los diamantes o el oro porque ¿acaso la vida no es el mayor tesoro? La escasez es lo que determina la valía de las piedras preciosas, pues noticia... ¡el tiempo, tu tiempo, es finito! y si no lo aprovechas bien, te sentirás cada día más pequeñito, hasta que un día... ¡zas! desaparezcas (como ves, lo del hombre invisible no es un mito, es lo que le sucede a quien en su vida no consiguió ningún hito).

Padres del porvenir...

Ya nos avisaba Shakespeare: «Malgasté el tiempo, ahora el tiempo me malgasta a mí«, porque quien el tiempo malgasta, reduce su valor (y, probablemente, su pasta); pero quien el tiempo aprovecha, reduce la brecha entre la realidad y sus objetivos, así es como se convertirá en un agente 100% activo en la historia de su vida, mirando siempre hacia adelante y procurando llenar siempre de valor cada instante, tal y como apuntaba Miguel de Unamuno: «Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado», ¡qué mejor forma de llenar de calidad el tiempo que crearlo! Ser «padre del porvenir» significa tomar las riendas de tu tiempo e indicarle por donde se tiene que dirigir; ser «padre del porvenir» significa tomar la iniciativa para ser feliz, no atascarse en las circunstancias del pasado y tampoco dejar las cosas al azar, porque quien al azar las deja... pronto se convertirá en oveja, seguirá al resto del ganado y, para cuando se de cuenta, su tiempo habrá malgastado.

Amigo, el tiempo, tu tiempo, tiene su importancia; para comprobarlo, a partir de hoy, empieza a crear tus circunstancias.