La lavadora mental

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11 oct 2020 / 04:08 h - Actualizado: 09 oct 2020 / 13:11 h.
  • La lavadora mental

¡Qué electrodoméstico tan fundamental en una casa! lo damos tan por hecho (igual que el frigorífico, los baños, la tv etc) pero, en el momento en que nos falta la lavadora ¡ah, amigo! , caemos en la cuenta del lujo que era...

Hago esta reflexión porque la semana pasada mi lavadora "entregó la cuchara" y pasé unos días un tanto "agitados" hasta que se instaló la nueva (por cierto, quiero dar las gracias a mi tía Angelita por ayudarme en la magnífica "elección lavadoril", ahora somos gemelas de lavadora ¡gracias tía!).

Lo primero que pensé cuando la lavadora no iba fue: "madre mía... ¿y qué hago yo ahora?, espero que no se me acumule demasiada colada...", respiré profundamente y me dí cuenta de algo tan sencillo como trascendente: sí, aquello significaba modificar la rutina, vamos, que suponía un trastorno; probablemente, tendría que estar unos cuantos días sin lavar (entre ir a ver la nueva lavadora, instalarla etc) pero aquello no era un drama, únicamente una contrariedad; quiero decir que las cosas se estropean con el tiempo pero ¡todo tiene arreglo!, una cosa es fácilmente sustituíble (no así las personas), así que en lugar de centrarme en los contratiempos temporales que iba a acarrearme el estropicio, preferí focalizarme en lo contenta que estaría con mi lavadora nueva... Además, me dió por pensar que, hasta no hace tanto (principios del SXX) las mujeres iban a lavar a las fuentes y a los ríos con su jabón y sus tablas y ¡lo hacían cantando y de buena gana! sonreí... Sin darme cuenta había activado mi propia "lavadora mental".

Las ideas, claras

¿Para qué sirve una lavadora mental? pues tiene una funcionalidad parecida a la lavadora habitual, al igual que ésta sirve para limpiar la ropa aportándonos confort y salud; la lavadora mental lo que hace es lavar los pensamientos que no están muy claros, lo que viene siendo "aclarar nuestras ideas" y cuando el estrés se ha ido por el sumidero y nuestras ideas están más claras, nos sentimos más a gusto y, desde luego, ¡una mente clara es salud!

Lo curioso es que todos disponemos de ésta original lavadora pero muchas se estropean por desuso, instalándose como costumbre que las ideas campen por ahí "guarras perdidas", piénsalo... ¿permitirías que tus hijos se pasearan con la ropa sucia? pues tus ideas, tus pensamientos, también son creaciones tuyas ¿no tendrían, también que estar siempre limpios?

¿Cómo funciona?

Vale, ya te has convencido de lo necesaria que es tu lavadora mental pero no tienes muy claro el funcionamiento, no te preocupes, es sencillo. Reflexiona, si en la lavadora habitual seleccionas el programa y echas detergente, activador y suavizante; en la lavadora mental haces algo similar. Lo primero que hay que hacer para aclarar las ideas es cambiar de programa, como decía Einstein, un problema no se resuelve en el mismo nivel en el que se creó, así que para hallar soluciones y refrescar la mente, suele ser positivo cambiar de programa, pensar en otra cosa y así la creatividad se pone en marcha. Lo siguiente para asegurarnos de que nuestras ideas quedan completamente limpias sería echar el detergente de la inteligencia (tanto intelectual como emocional), el activador del sentido del humor y el suavizante del optimismo, ten por seguro que con ingenio, gracia y positividad ¡nada vuelve a ser igual!

Cuando sientas que lo ves todo negro, probablemente lo que suceda es que tus ideas están sucias... No lo permitas, ponte manos a la obra para volver a cantar al estilo del oso Baloo en El Libro de la selva: "¡Busca loooo másss vital, no más; lo que es necesidad, no más y olvídate de la preocupación!" ¿cómo? ¡poniendo tu lavadora mental en modo on!