Los medios y los días

¿La libertad era esto?

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20 jul 2021 / 04:00 h - Actualizado: 20 jul 2021 / 04:00 h.
"Los medios y los días"
  • Efectivos de la Policía Nacional vigilan las calles del casco viejo de la ciudad de Orense en la madrugada de este sábado. EFE/Brais Lorenzo
    Efectivos de la Policía Nacional vigilan las calles del casco viejo de la ciudad de Orense en la madrugada de este sábado. EFE/Brais Lorenzo

Sánchez dijo: como ya estamos en verano y hay que divertirse, aunque no hayamos llegado al 70 por ciento de vacunados totalmente, fuera las mascarillas y que salga el sol por Antequera. Libertad, libertad. Ahora Inglaterra acaba de declarar el día de la libertad, fuera todo, mascarillas y sombreros al aire, que no decaiga la fiesta, caiga quien caiga, esto es un homenaje a Darwin que mira que lleva tiempo queriéndoselo dar el Boris Johnson ése, que no escarmienta ni en UCI propia, ¿cómo va Inglaterra a seguir con las cadenas? Cuando se le colapsen los servicios médicos veremos, aunque qué más da si a cambio son libres.

No sabía yo que la libertad era sencillamente la aplicación de la película La dolce vita, creí ingenuamente que significaba algo de mayor altura ética y ciudadana, yo que sé, como por ejemplo el conócete a ti mismo, lee muchos textos buenos para entender el mundo, descansa de vez en cuando de tanto jolgorio, un sacrificio hoy es la libertad triple del mañana... Pero no, la libertad consiste en la ley del más fuerte, el que sea más joven y tenga más y mejores anticuerpos es libre, los otros que les vayan dando. La libertad inglesa para España es que se llene la Costa del Sol de ingleses y la libertad de los españoles para España es que las discotecas no cierren nunca, ahora entiendo por qué un alumno afirmó en mi examen de junio que el final de la Segunda Guerra Mundial fue en 1844 pero eso qué más da si es libre y se está divirtiendo, parece como si me hubiera empeñado en reprimir esa sacrosanta libertad. Otros afirmaron sin inmutarse que la agencia EFE -de España, no de Mongolia- nació en el siglo XIX cuando lo hizo tras la guerra civil, las criaturas a lo peor ahora están ejerciendo la libertad y en septiembre vuelvo yo a reprimirlas, es que no tengo corazón, qué más dará una fecha que otra si aquí lo que las autoridades exigen es gin-tonic, bailes y que llenen las arcas exhaustas de los comerciantes. Y que sepan inglés para ser aún más libres.

No sé si es que esto se ha salido ya de madre y de padre, pobre de los sanitarios otra vez, ¿se creerán que este personal está hecho de goma?, ¿acaso proceden de experimentos genéticos para crear seres superiores y no lo sabíamos? De modo y manera que como con las vacunas nos morimos menos, Inglaterra y España han dicho -sin la llamada inmunidad de grupo aún en marcha- vamos a morirnos de libertad, total, ya estábamos acostumbrados... Hay países esperando a que nosotros los señoritos nos terminemos de pinchar para pincharse ellos con la zurrapa que dejemos y hemos dicho que nos gusta enfermar e incluso morir porque morir libres es cosa de héroes, más vale morir de pie y libres que vivir de rodillas ante un ser diminuto que seguro que procede de una dictadura.

No nos vale con los doscientos muertos de Alemania y Países Bajos por las inundaciones, hay que hacer un esfuerzo para morir más e imitar a las zonas del planeta más sufridoras, ¡solidaridad, leche! Se tenía que haber hecho eso desde el principio de la pandemia, cuando lo decían Trump y Jonhson: ¿parar la economía? ¡Nunca! ¡Que muramos los que sea! Seguro que a estas alturas ya tendríamos inmunidad de rebaño sin vacunas, gracias a unos millones de muertos de nada sólo en Europa, pero qué es eso si los supervivientes pueden ser libres, las ovejas más fuertes del rebaño, y llenar las discos y las playas de felicidad libre. Gran servicio hubiera resultado para quitarse de en medio a los débiles y darle poder a la hucha de las pensiones y a las máquinas inteligentes, los bancos no tendrían porqué haber consumado esos EREs tan bárbaros y no habría que subir el salario mínimo ni reformar el mercado laboral, de todo se hubiera encargado el virus, es que no sabemos apreciar los aires benefactores que trae siempre la libertad del mundo libre.