La Tostá

La Lola en la Guarida del Ángel

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
25 sep 2020 / 08:00 h - Actualizado: 25 sep 2020 / 08:01 h.
"La Tostá"
  • La Lola en la Guarida del Ángel

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Se ha inaugurado en Jerez de la Frontera, en la Guarida del Ángel, la primera peña feminista LGTBI. Tenía que llegar. Hace muchos años que se fundó la Peña Flamenca Femenina de Huelva, que es de las mejores del mundo. Tengo el honor de haber sido homenajeado en esta ya ensolerada peña a pasar de que me han querido colocar la etiqueta de machista flamenco. Será porque he hecho decenas de biografías de cantaoras y bailaoras, entre ellas la Niña de los Peines. No entiendo muy bien el nacimiento de esta nueva peña, sinceramente, porque en las peñas flamencas, que yo sepa, la mujer tiene un sitio, y también los homosexuales y las lesbianas. Los fundadores están en su derecho, claro, porque además el flamenco no para de crecer en el mundo y gusta en todos los países que es una bendición. La Peña se llama La Lola, y no sé si es por la que se fue los Puertos, dejando a la Isla sola, o por Lola Flores. En cualquier caso, es un nombre bonito porque ha habido muchas Lolas en la historia del Flamenco. Le hubiera puesto La Escribana, un homosexual que en el siglo XIX vino a los cafés cantantes sevillanos de El Burrero y Silverio y formó el taco haciendo pareja artística con la bailaora Concha la Carbonera. Tuvo un final trágico, pero no por ser homosexual sino porque era muy lanzado. Un día se montó en un caballo, lo tiró y fue maleando hasta que murió. Era travesti, el primero de la historia de este arte, al menos que sepamos. La presidenta es la activista lesbiana Carmen Rodríguez y la inauguración, según nota de prensa, constituyó un momento emocionante con invitados como la bailaora María del Mar Moreno y el cantante flamenco Fernando Soto, artistas de la tierra. Fui invitado, tengo que decirlo, pero me fue imposible estar. Tendré que ir un día a ver cómo funciona esta peña flamenca tan peculiar. Me preocupa que, con esto del distanciamiento social que nos están colando aprovechando que el coronavirus para por España, los flamencos acabemos cada uno por un lado, cuando siempre hemos estado arrebujaítos y a compás, o sea, en buena armonía. Hace ya unos años que una serie de feministas aficionadas al flamenco decidieron ponerse de acuerdo para denunciar el machismo en este arte, un movimiento al que me enfrenté abiertamente porque no aceptaba sus postulados. Parece que tal movimiento no ha tenido la fuerza que esperaban y apenas hay ya noticias de las feminijondas, como las llamé en su momento de manera cariñosa, aunque con su mijita de guasa jonda. Soy sincero cuando digo que me interesa esta nueva peña, que viene a sumar y no a restar. En cualquier caso, el movimiento se demuestra andando.