Desvariando

La mascarilla vino para quedarse

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Manuel Bohórquez @BohorquezCas
02 ago 2020 / 10:13 h - Actualizado: 02 ago 2020 / 10:19 h.
"Desvariando"
  • La mascarilla vino para quedarse

Creo que la mascarilla ha venido para quedarse. Quizá por eso se está investigando tanto para crearlas que sean la repera, con distintos sabores, inteligentes y de diseños espectaculares. La tecno-mascarilla española se desinfecta sola y hasta localiza rebrotes del virus. Además, creo, medirá la calidad del aire, la frecuencia cardiaca y la respiración. Si ya la puedes mandar por tabaco o por una pizza, entonces habrá velas al Gran Poder para que, aunque haya una vacuna contra el coronavirus, sigamos con la mascarilla hasta que el mundo pegue el último quejido. Lo mismo que llevamos un pantalón, un chaleco o unas botas desde hace siglos, llevaremos una mascarilla hasta al final de nuestros días. Tiene sus ventajas, créanme. Yo he vuelto a reírme a mandíbula desencajada desde que la llevo puesta hasta para ir al retrete, porque no se me ven los colmillos extraños que me acomplejan desde hace medio siglo. Te pones una buena mascarilla y unas gafas de sol de aquellas de Magú y solo se te ve el tupé. Ligo más desde que la uso, sinceramente, sobre todo en Mercadona, y por fin le he podido tirar los tejos a una cajera que me gustaba desde hacía tiempo. Lo malo será cuando intimemos y me tenga que quitar la mascarilla, una vez superados los problemas para despojarme todo lo demás. Tendrían que inventar una fija, para toda la vida, quitándote piel de alguna parte inservible de tu horrible cuerpo, por dar una idea. Una mascarilla de tu propia piel, que apenas se note, diseñada por Ágata Ruiz de la Prada y que admita bronceador. No transparente, por Dios, porque entonces estaríamos en las mismas. De nuestra propia piel para que tenga sensibilidad. El otro día vi besarse a un hombre y una mujer en el parking del Mercadona de Coria, el que está donde estuvo El Pollo, y todavía no me he recuperado del impacto emocional. Era como si se besaran dos momias o dos buzos. Todo esto de las mascarillas inteligentes y de sabores, que darán las noticias y el número del cupón de la ONCE, está muy bien pero me tiene mosqueado porque creo que, aunque llegue una vacuna efectiva y barata, nos van a imponer el bozal de por vida porque han visto que mordemos menos.