La pandemia incontrolable

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18 ene 2021 / 17:26 h - Actualizado: 18 ene 2021 / 17:36 h.
"Opinión","Redes Sociales","Política"
  • La pandemia incontrolable

Carlo Cipolla, en su obra Las leyes fundamentales de la estupidez humana decía que «con la sonrisa en los labios, como si hiciese la cosa más natural del mundo, el estúpido aparecerá de improviso para echar a perder tus planes, destruir tu paz, complicarte la vida y el trabajo, hacerte perder dinero, tiempo, buen humor, apetito, productividad, y todo eso sin malicia, sin remordimiento y sin razón. Estúpidamente». Qué razón tenía este hombre al decir esto (ya hace más de treinta años) y que actual resulta la afirmación.

Estamos rodeados de estúpidos, de personas que no saben que lo son por lo que son mucho más peligrosos todavía. Porque se ponen a hacer política como si estuvieran en la playa construyendo un castillo de arena con un cubo y una pala de plástico. Y porque se presentan en unas elecciones y les votamos sin saber lo que estamos haciendo. Piense usted en la cantidad de listas electorales que se deben confeccionar en unos comicios y piense en la cantidad de estúpidos que se cuelan en ellas. Un estúpido es el que provoca daños a otro u otros sin recibir beneficio alguno por ello e, incluso, daños al mismo tiempo que el resto de perjudicados y de esos hay más que botellines. Una alhaja de persona, vaya.

Los estúpidos que se presentan a alcalde, a presidente del Gobierno de España, a vicepresidente segundo (ya sé que eso no puede ser, pero los resultados son los que son) o a presidente de una Comunidad Autónoma, son terriblemente peligrosos. Entre otras cosas porque suelen nombrar a otros más estúpidos todavía para que ocupen cargos de responsabilidad sin que puedan hacerle sombra. Y porque tienen poder. ¿Ha pensado usted la que puede liar un estúpido con poder? Bueno, sí, leyendo la prensa uno se puede hacer una idea casi exacta. Les votamos y multiplican su poder para dañar. Y les volvemos a votar.

Por otra parte, estamos rodeados de unos estúpidos que han encontrado el chollo de sus vidas. Las redes sociales son un altavoz poderosísimo para estúpidos que aprovechan el anonimato para convertir en virales mensajes estúpidos y lesivos. Suelen ser mensajes copiados o reciclados que quedan muy redondos aunque están, en realidad, vacíos y pasados de moda. Pero lo leen otros estúpidos que no tienen criterio alguno y se lo tragan sin decir esta boca es mía. Lo que piensan entre unos cuantos influencers de Instagram y Twitter cabe en una cara de un confeti. Si sumamos lo que pueden aportar algunos de los que llenan las pantallas de televisión a diario, tal vez, podemos llenar dos caras del papelito. Solo tal vez. No podemos olvidar que las redes sociales son un campo de batalla diario en el que se enfrentan... los políticos.

Estamos rodeados y el poder está tomado por los estúpidos. Les votamos y les defendemos. ¿Qué somos en realidad?

Ay, qué cosas.