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La plaza de España en Sevilla

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30 may 2018 / 17:53 h - Actualizado: 30 may 2018 / 22:34 h.
"Habla, Sevilla"

Vengan y vean, pasen y contemplen el segundo monumento mejor valorado del mundo, vean y no se pierda la obra maestra de Aníbal González, esa que se construyó para la Exposición Universal del 1929, esa que ha sido escenario de películas como Lawrence de Arabia, El Viento y el León (de Sean Connery) o Star Wars, entre otros films. Y es que el jurado de tal decisión es el jurado más importante que existe, ese no es otro que aquel que representa un referente mundial que engloba a millones de usuarios como es TripAdvisor; ese que dice que la Plaza de España sevillana es el monumento que más gusta de España, Europa y en el mundo sólo lo desbanca el templo hinduista de Angkor Wat en Camboya.

Si a ello le unimos que la Plaza de España junto a los Reales Alcázares y la Catedral hispalense figuran entre los diez monumentos más valorados de España, podemos concluir –sin temor a equivocarnos– que la materia prima para hacer de Sevilla una urbe mundial turísticamente hablando está al alcance de la mano, de las manos que tienen la obligación de hacerlo, Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Gobierno de España.

Esta elección viene en un gran momento, precisamente cuando se discute si debemos afrontar sin complejos un turismo de calidad, donde la belleza, los monumentos, la gastronomía y la oferta cultural y de congresos prevalezcan sobre ese otro turismo de alcohol y del low cost, aunque más bien me refiero al del cero cost.

Ahora lo que hay que conseguir, cuando todo esta enderezado, es que no se tuerza nada, que no se tomen medidas o se admitan propuestas que afeen lo conseguido allá por el año 29 y por las políticas turísticas desarrolladas durante años. Evitemos ver la Plaza de España llena de tenderetes poco o nada regulados, o carpas en su interior, que no hacen más que perjudicar el atractivo del segundo monumento más valorado del Mundo, incluso por delante dela basílica de San Pedro del Vaticano. Enhorabuena Sevilla.

Mientras tanto, ¡sé feliz!