La política como medio de enriquecerse

No he leído mucho sobre cómo con los años las películas que hemos visto ya decenas de veces van ofreciéndonos mensajes distintos. Las películas son siempre las mismas, pero nosotros vamos cambiando y las vemos desde otra perspectiva, la que le da el paso del tiempo. Con la política tendríamos que hacer lo mismo, y por desgracia no es así. No creo en la militancia como relación con los partidos políticos, de ahí que jamás haya militado en ninguno, ni creo que vaya a cometer ese error a estas alturas.

La política es un juego sucio de compadres, como dijo alguien hace años, y detesto la porquería en cualquier campo de la vida. Jamás entenderé que alguien milite en un partido político, sea del color que sea, aun sabiendo que está podrido, lleno de corruptos e incluso manchado de sangre. Ni que haya personas que lleven casi toda su vida viviendo de la política. Tanto como legislan y aún no han sacado una ley que limite la permanencia en los cargos públicos. Que alguien lleve cuarenta años viviendo de la política, con sueldo del Estado o de un partido determinado que también vive del Estado, es la peor forma de corrupción.

Siento vergüenza ajena viendo a diario a políticos profesionales como el socialista Rafael Simancas u otros poniendo de fascistas o franquistas a diputados de otros partidos, compañeros del Congreso. Ellos, que llevan décadas comiendo del presupuesto, de los ciudadanos, y en muchos casos siendo despreciables corruptos o tapando a otros tan sucios como ellos. Me parece increíble que con la que está cayendo, con un presidente del Gobierno tan mentiroso y poco fiable, no haya dimisiones en cadena de cargos públicos o quema de carnés en el Partido Socialista.

Les da igual que el país se vaya a la mierda, porque solo les interesa el cargo, la nómina segura en el banco cada mes y los privilegios de los que disfrutan por tener un carné en la cartera, aunque sea de un partido putrefacto. Estos mismos argumentos valdrían también para el Partido Popular, el Partido Nacionalista Vasco o Esquerra Republicana. Tuvo gracia ayer Patxi López cuando tildó al PP de partido de nula cultura democrática, con el pasado del suyo. No solo el pasado, sino el presente, como estamos viendo estos días. Otro que lleva toda la vida en la política, y lo que le queda. Viendo la misma película cada día, sin saber leerla de manera distinta con el paso de los años, porque lo que de verdad le interesa es enriquecerse, seguir viviendo de la política, de la mamela del poder.