La primera versión suele ser la mejor opción

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03 oct 2022 / 11:36 h - Actualizado: 03 oct 2022 / 11:39 h.
  • Foto: EFE
    Foto: EFE

El derecho es una ciencia que valora los hechos de la conducta humana y los castiga o los premia. Un acto o un comportamiento, para unos puede merecer indulgencia y para otros la condena mas severa. La legalidad trata de ofrecer una solución que hemos convenido en considerar correcta, porque cada uno tenemos una idea de lo que es justo. He diferenciado con toda intención legalidad y justicia. Suelo decir a quien me pide consejo, que se lo piensen antes de ir a los tribunales, porque, aunque se llamen tribunales de justicia, a veces salimos frustrados. De los jueces obtenemos -si tenemos suerte- legalidad, no justicia. Justicia será para nosotros, sólo si coincide con nuestra idea de lo correcto. Es igual que ir al médico. Del centro de salud no salimos sanos, -con suerte- salimos curados. Por tanto, asumamos que acudimos a tribunales de legalidad y a centros de curación, y no de justicia y salud.

Para obtener un veredicto de un juez que nos favorezca, solemos construir nosotros mismos, una versión de los hechos que no siempre coincide con la realidad. Todos somos un poco pícaros. Adaptamos, suprimimos o enfatizamos cosas con el fin de que el fallo nos favorezca, no solemos ir con la verdad desnuda porque en todas partes cuecen habas y en nuestra casa también. Tanto que a veces acabamos perdidos en nuestras propias versiones de los hechos, sin saber que escoger.

Paco de Lucía, que era un sabio, además de guitarrista, decía que cuando componía, escuchaba un fragmento y le encantaba, pero que al volverlo a oír a la mañana siguiente, le parecía un horror. ¿Cuál es la impresión buena, la de hoy o la de ayer? Siempre se quedaba con la primera. La segunda estaba condicionada por haberla oído, y nuestro cerebro tiende a contaminarse por lo ya conocido. La primera era pura, y gustó a tu inconsciente, que es mucho más fiable y más potente, que tu cerebro consciente.

Si el desgraciado ex novio de Tamara, hubiese dicho la verdad desde el principio, igual le hubiese ido mejor. Mira niña, a ti te gusta la Iglesia y a mí las discotecas, y eso lo aceptamos. Pues en las discotecas, de vez en cuando, se te acerca una, que sin tu comerlo ni beberlo te da un arrimón y lo mismo es para vender un video. Y eso pasó. Ni me acuerdo de quien es, así que no tuvo mas importancia. Pero no, el mendrugo empezó a construir versiones de que era de fechas pasadas, cuando hoy la tecnología es capaz de datar, la hora a la que se te ha caído una caspa del pelo. Y perdió -según parece- el chollo de su vida.

La noche pasada, la actriz María León, defendiendo a un ciclista que iba borracho, se lió a tortas con un policía local de Sevilla. Ella venía también cargadita de una fiesta. La arrestaron, se quiso escapar y al final durmió en el cuartelillo. Normal.

Si se empeña en construir una versión alambicada cuando le metan el primer micrófono -que lo harán- la pifiará. Lo mejor será que diga que no se debe ir beoda por la calle y que si se va, lo mejor no es liarse a puntapiés con la autoridad, que a las cinco de la mañana está haciendo de su trabajo. Que no lo volverá a hacer y que pide disculpas. Quedaría como los ángeles. A ver que le recomiendan que diga, porque lo mejor siempre es la primera versión, lo natural.

Manuel Alonso Escacena es abogado.