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La proyectora de posibilidades

La mente humana es una maravilla, pero muchas veces nuestros prejuicios nos hacen adelantar acontecimientos y experimentar como reales una serie de realidades que nunca van a tener lugar

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01 sep 2018 / 22:07 h - Actualizado: 01 sep 2018 / 22:08 h.
  • La proyectora de posibilidades

Cuando era pequeña me daban miedo las inyecciones. La noche anterior a ponerme una vacuna casi no podía dormir imaginando cuantísimo me iba a doler aquel pinchazo, me centraba tanto en aquella sensación que casi podía sentir el picotazo antes de recibirlo... Podía ver la aguja con toda claridad, sin duda era una aguja grande, y ya empezaba a marearme... Al día siguiente, llegaba al momento vacuna habiendo pasado por una larga antesala de estrés –imaginado–, ¿cuánto duraba el pinchazo? Apenas unos segundos, pasaba volando y te dabas cuenta de que, efectivamente, no era «pá tanto»; ¿cuánto tiempo había malgastado pensando en lo mucho que me dolería? prácticamente un día, clarísimamente: no compensa.

La mente humana es una maravilla, pero muchas veces nuestros prejuicios nos hacen adelantar acontecimientos y experimentar como reales una serie de realidades que nunca van a tener lugar, así es como conseguimos obsequiarnos con una buena dosis de sufrimiento gratuito. No somos masoquistas –aunque, a veces lo parecemos–, no es que nos guste pasarlo mal por adelantado, pero tenemos tan interiorizado eso del «piensa mal y acertarás» que nos encerramos en un bucle de desaciertos y para romperlo hay que dinamitar la dinámica desde adentro.

El final de la filosofía PASG

Aunque te suene a chino, créeme que has estado practicando esta filosofía en más ocasiones de las que pensabas. En algún momento, todos hemos sido followers de aquello de ponerse el Parche Antes de que Salga el Grano (filosofía PASG) y está claro de que eso no es mental ni emocionalmente sano. El punto de partida de esta desafortunada filosofía es: céntrate en preocuparte, o directamente, ponte en lo peor y si luego la cosa sale bien, ¡eso que te encuentras! (como si el que salieran las cosas bien fuera cuestión de buena suerte...). El error de base la PASG (ponerse el Parche Antes de que Salga el Grano) es el mismo que yo cometía la víspera de las vacunas: dedicar tiempo y energía a algo que ni siquiera ha ocurrido, tendiendo así el puente a una serie de sentimientos del todo improductivos: estrés, ansiedad, miedo, tristeza, rabia, frustración... esto paraliza nuestra acción, impidiendo que nos ocupemos de la situación y únicamente nos hace reincidentes en la preocupación.

Piénsalo, ¿cuál es el germen de los celos, las envidias, las rivalidades en el trabajo? Sin duda, la filosofía PASG (ponerse el Parche Antes de que Salga el Grano), hermana del piensa mal y acertarás, lo único que consiguen certeramente es llevarte a actuar, casi literalmente, como un animal porque cuando estamos preocupados y tenemos miedo nuestro instinto nos pone por delante sólo tres posibles opciones: atacar, huir o quedarte quieto y, por norma general, la agresividad, la pasividad y el salir por patas nos llevan a meterla (la pata), esto es, no son una buena solución.

¿Qué diapositivas eliges?

Todavía recuerdo el viejo proyector de mi colegio, ya sabes de estos que tenías que ir cambiando manualmente las transparencias y la imagen quedaba proyectada sobre una pantalla. Entonces no lo sabía, pero he ido descubriendo que todos contamos con nuestro propio proyector interior: nuestra mente es una genuina proyectora de posibilidades (¡ojo! que no es lo mismo que realidades). En función de las diapositivas con las que cargues este singular proyector verás unas cosas u otras y esto influirá en tus decisiones, en tu visión así como en tu capacidad de acción. Si cargas tu proyectora de posibilidades con las diapositivas de la PASG, nada constructivo va a pasar, darás estatus de realidad a tus temores y no se podrán tangibilizar los valores; si por el contrario, tomas la decisión de basar tu proyección en diapositivas made in imaginación constructiva, aquellas que te aportan energía, fortaleza e ilusión para concretar tu visión, aquellas que te preparan para el éxito porque se centran en lo que hay que hacer en lugar de en lo que hay que evitar... aumentan significativamente sus oportunidades de progresar porque las diapositivas made in imaginación constructiva alimentan tu confianza y cuando esa confianza por uno mismo corre por tus venas... ¡tomas mayor conciencia de lo que merece verdaderamente la pena!, conectas más con tu visión y te llenas de valor para dar el necesario paso de posibilidad a realidad, ya lo decía Virgilio: «Ellos pueden porque creen que pueden» (sí, además de creer, hacen falta otras muchas cosas pero está claro que si crees que no puedes... directamente no te mueves y tu proyecto ahí muere).

Házte una pregunta importante: ¿qué diapositivas prefiero? y, en función de lo que elijas, sabrás si eres una persona para quitarse el sombrero o, por el contrario, mereces un cero.

Ya lo decía Lao–Tsé: «De dos luchadores, el pensador vence». Si quieres ver como tus progresos crecen, piensa bien y acertarás.