Desde la espadaña

La queja inútil de San Martín de Porres

Puede que esta sea la Sevilla verdadera pero lo que les cuento es cierto y tanto vecinos como comerciantes y asociaciones ya han protestado en innumerables ocasiones este asunto

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03 nov 2020 / 07:24 h - Actualizado: 03 nov 2020 / 07:26 h.
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  • La queja inútil de San Martín de Porres

A pesar de ser hoy San Martín de Porres, el ayuntamiento sevillano, en un ejercicio de escapismo perfecto, hace tiempo que se vistió de Poncio Pilatos y se lavó las manos con la venta ambulante ilegal que tiene lugar en la popular plaza. Son muchos los comerciantes y vecinos que han denunciado estos hechos sobre la venta ilegal y los desperdicios que se esparcen por la zona. Y es que desde hace años se está traspasando la linde de lo correcto y la legalidad. En un país donde los autónomos y los comerciantes están cada vez más abocados a caer en picado por el precipicio del cierre es inaceptable que a diario haya que sortear esta actividad incompatible con sus alrededores.

Desde el año 2010, la Plaza de San Martín de Porres es una de las entradas naturales a Triana y precisamente repugna comprobar las imágenes sin ningún tipo de control sanitario, ni siquiera, las mínimas medidas contra el COVID-19. Alguien, quizás algún responsable, ha explayado la teoría de que esta situación debe persistir a pesar de todo, en toda Sevilla y en todas sus estaciones.

Cada vez son más los comercios que cierran y son muchos los locales que en estos meses están colocando sus carteles de alquiler o venta. Procedería, por tanto, que se acabara con esta competencia desleal que ya tiene rango de exclusiva pero que está minando la poca fuerza que le queda a estos comerciantes de la zona y que están dejando penosas historias particulares. Sevilla es una ciudad de transformación continua pero no debe amarrarse al carro del Sol y hacer de estos hechos una simple lírica del día.

Pero desde esta espadaña algo se puede hacer aunque sea dando campanas de aviso.

Campanas a rosario por estos comerciantes que levantan su persiana todos los días y se encuentran apostados en sus mismas fachadas a estos vendedores ilegales

.- ¡alcalde!

.- Voy

.- ¿quién es usted?

Repique de campana que a diario muestran vecinos y comerciantes a la policía para que actúe porque las promesas consistoriales de que mañana todo se arreglara suena a que Sevilla definitivamente cumple más años que promesas.

Hace ya muchos meses se puso interés en acabar con el mercadillo ilegal que se situaba en los terrenos de La Cartuja acabándose en menos que canta un gallo. Pero aquí los vecinos siguen soñando que algún día también les tocará a ellos. Y, compruebo que el equipo de gobierno sigue divagando muchos meses.

Campanas a muerto a los responsables municipales que deben y tienen que velar por todos los que sufren esta ilegal venta. Porque bastante hacen ya los operarios del servicio de limpieza municipal retirando las múltiples cajas y restos por allí esparcidos.

Campanas de oración para todos esos comerciantes y placeros del Mercado de Abastos que tienen que soportar con indignación esta competencia desleal diaria que merma su trabajo y sus ganancias porque lo que hace años se coló de forma sibilina como una pequeña y aislada venta, ahora se ha convertido en una zona plagada de vendedores que elevan a lo turbio y a lo confuso cuando se entra en uno de los barrios más demandados del mundo turísticamente hablando.

En definitiva, unos comerciantes que no saben si mañana abrirán su persiana están siendo compadecidos por la nada y sufren la falta de atención y gestión de unos responsables municipales. En estos días todos tenemos miedo del futuro, aunque si les digo que en Pagés del Corro (arteria principal del Triana) ya existen casi 30 locales cerrados, quizás tomen aire y reflexionen sobre estos párrafos. Y recuerden que hoy es el día de San Martín de Porres.