Los medios y los días

La ROSS sí que duele, y mucho

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19 ene 2023 / 04:00 h - Actualizado: 19 ene 2023 / 04:00 h.
"Real Orquesta Sinfónica de Sevilla","Los medios y los días"
  • La ROSS sí que duele, y mucho

Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS). ¿Real? ¿Recibe apoyo económico de la realeza, cuyo título ostenta más para gloria de la Casa Real que para la de la orquesta? Orquesta Sinfónica, contra viento y marea, con angustias y estrecheces casi crónicas. De Sevilla. ¿Qué? ¿Quién es Sevilla? ¿Caixabank es Sevilla? ¿Nos referimos a la ciudad más importante del sur de Europa? ¿Esa que tiene dos equipos de fútbol con más de 100.000 socios entre los dos? No, no puede ser ésa, la ciudad de la gracia, de la alegría, de la fanfarria y acaso de los fanfarrones que no patrocinan como debieran a una tal ROSS. ¿Qué sería de esa tal Sevilla sin el dinero de Bruselas y de Madrid? ¿Qué sería de Andalucía toda sin ese dinero?

Los terrenos donde hoy se alza el Teatro de la Maestranza eran un solar lleno de maleza. De cuando en vez, se celebraban conciertos a los que íbamos cuatro gatos. Recuerdo uno magnífico de música salsera cuando aún no se había puesto de moda. Recuerdo otro de The Kinks, ya en retirada. Sí, señoras y señores, unos cuantos tuvimos el honor de ver a The Kinks en Sevilla, que siempre ha sido muy roquera. The Kinks, programa municipal Cita en Sevilla, 1986, aquí hay algo, en Internet, de aquella actuación.

Aquello siguió siendo campo de soledad, mustio collado, hasta que llegó 1992 y la transformación de la ciudad que, como vemos por la ROSS y otros aspectos, hace años que necesita con urgencia la transformación de la transformación, pero, nada, como no lloramos y encima el PSOE nos ha tenido agarrados por ahí, han dicho estos ya tienen bastante, que sigan con lo de miarma, lo mejó der mundo, tachín tachín y demás, que ya con eso ellos mismos se administran bastante Valium.

Levantaron el Maestranza casi al tiempo que se cargaban el Coliseo de la avenida y menos mal que se salvó la fachada. El Maestranza fue el palacio para la ROSS. Pero parece como si llevaran años queriéndolo convertir en la casita de los enanitos en forma de orquesta de cámara. Qué pena da todo esto. Hasta escuché, no me acuerdo ya cuándo, que el Coliseo podría adecuarse como teatro de ópera mientras el Maestranza se dejaba para la ROSS y otros eventos, vamos, como en Barcelona con el Liceo y el Palau de la Música. Por favor, aquella gente será lo que sea en un 50 por ciento, pero no comparemos la burguesía catalana con la sevillana, ahí está Caixabank, apoyando a la ROSS, ¿dónde la banca sevillana? Es la malagueña Unicaja la que medio salva los muebles. Una, la burguesía catalana, está cerca de la Ilustración, la otra, la sevillana, de Trento y Fernando VII. Barcelona resistió hasta el final el acoso fascista, Sevilla cayó en manos de Queipo al poco tiempo de iniciarse la contienda. Barcelona era -y es- receptora de los emigrantes que Sevilla y provincia le enviaban y le envían. A cada cual lo suyo por muy repugnante que me parezcan los modos independentistas de aquel personal, de la mitad de ellos.

Ahora, que si grandes espacios culturales: Artillería, Atarazanas, San Jerónimo... Y la ROSS pidiendo limosna en la Puerta de Jerez, cerca de donde nació Vicente Aleixandre y donde Franco y Millán-Astray, en el mismo lugar, establecieron sus residencias coyunturales y sus cuarteles. Allí se reunía la reina Victoria Eugenia con la señora marquesa de Yanduri porque ya se sabe que el palacio y los alcázares se comunicaban por medio de un jardín.

Los sevillanos seguidores de la buena música aman a la ROSS, llenan con frecuencia el Maestranza para disfrutar con una institución musical repleta de calidad a pesar de la juventud de numerosos de sus integrantes. Pero esos integrantes son artistas, creadores, intérpretes, no son gestores ni managers, eso se queda para otras personas expertas en tales menesteres. Por ahí llega la “desnutrición” de la ROSS y la vergüenza de Sevilla que lo mismo aporta al mundo los barrios más pobres de España que la orquesta sinfónica con menos sosiego, el que se necesita para desarrollar eso que siempre se ha dicho que al final nos salvará: el arte.