Es una realidad que la Sanidad Española es un servicio público caro que supone a las arcas de las administraciones competentes en la materia un importante desembolso económico. Sin embargo, no parece ni lógico ni justo que este gasto se intente aminorar a base de recortes en los salarios de los trabajadores de la sanidad y el sobreesfuerzo que en muchos casos se les exige.
En el año 2012, el gobierno del PP impuso recortes económicos para paliar el déficit, y además de congelar los salarios de los trabajadores públicos, retiró las pagas extras, aumentó la jornada laboral un 7,1 por ciento de tiempo, pasando de 35 a 37,5 etc. Al mismo tiempo bajó en las nóminas de los profesionales un 5 por ciento en las retribuciones fijas y un 10 por ciento en las variables, esto significa que con las medidas puestas en marcha por el Sr. Rajoy, los profesionales de la Sanidad se vieron más perjudicados que el resto de empleados públicos, ya que gran parte de sus retribuciones son debidas a conceptos variables, como guardias, turnos, dispersión geográfica, población asistida, etc. O sea, que mientras al resto de empleados públicos se les bajo el sueldo un 5 por ciento en la sanidad fue el 7,8 por ciento.
Pero no queda ahí el agravante, los empleados de la sanidad tienen que soportar en el día a día una carga de trabajo muy importante, como no existe RPT (relación de puestos de trabajo), las bajas no se sustituyen, las jubilaciones no se cubren y así presenciamos como cuando un médico o un enfermero se jubila o está de baja, sus cupos en atención primaria se lo reparten los demás médicos o enfermeros, según la baja a cubrir, y esto permanece durante años.
Durante las vacaciones de verano, presenciamos como no se sustituyen a los titulares durante las mismas y los cupos se reparten entre los restantes de su categoría médicos, etc. Algo que desde UGT venimos denunciando como una situación insostenible y que provoca un desgaste en los profesionales como nunca antes había sucedido, y por ende, una mala atención sanitaria, que en la mayoría de los casos solo se ve paliada por el abuso que la Administración hace de la profesionalidad y la conciencia de los mismos.
Otro de los agravios que sufren estos trabajadores es «la aplicación de las 37,5 horas, lo que significa en la práctica 2,5 horas más semanales».
A todo esto debemos añadir que un gran número de gestores sanitarios, directores de distritos, de hospitales, etc. han sido instruidos en la consecución de objetivos y que, para llegar a ellos, no dudan en sobreexplotar a los profesionales a su cargo.
Desde UGT Sevilla queremos resaltar que Andalucía es la comunidad autónoma que menos invierte en sanidad por habitante en todo el estado Español, concretamente 1.007 Euros por habitante (datos del 2015), lo que significa un 37 por ciento menos que la que más invierte, y lejos de la media nacional que invierte 1.232 euros, siendo el País Vasco la que más invierte con 1.584 euros por habitante, según datos del CES (Consejo Económico y Social). Con todos estos datos en la mano, podemos concluir que los políticos andaluces dicen querer una buena sanidad, y todo queda en un bonito discurso que no se corresponde con la realidad en las partidas presupuestarias que a tal fin destinan.
Si nos centramos en Sevilla, podemos decir que es la provincia de España con menos camas hospitalarias por habitante, algo a todas luces incomprensible, toda vez que tenemos un hospital ya edificado y recepcionado por la Junta de Andalucía y en desuso: El antiguo Hospital Militar, que de antiguo lo único que tiene es que ya no es militar, ya que su construcción es más moderna que el Virgen del Rocío o el Virgen Macarena.
Desde UGT Sevilla hemos denunciado que la demolición del Antiguo Equipo Quirúrgico del Prado de San Sebastián, que se anunció a bombo y platillo, se justificó por parte de la Junta de Andalucía con que se iba a construir un centro de salud (más que necesario en la zona) y un Chare, sin embargo no sólo no han cumplido, sino que el Ayuntamiento de Sevilla ha anunciado que va a hacer un aparcamiento en superficie en esos terrenos. ¿Dé verdad vamos a cambiar Urgencias Hospitalarias por aparcamientos?
Desde UGT Sevilla exigimos a nuestros políticos que sean menos obedientes y más rebeldes, que defiendan los intereses de los sevillanos y sevillanas que para eso les pagamos y para eso les votamos.
Para UGT Sevilla la atención primaria en la asistencia sanitaria es prioritaria y por ello se hace necesario un mayor control a nivel de usuario por parte de los estamentos dirigentes directamente, y no a través de mandos intermedios.
Las largas colas en las Urgencias de algunas localidades –como por ejemplo Dos Hermanas, donde los profesionales deben realizar un gran número de asistencias, debido a la escasez de medios humanos y materiales–, centran otra de las preocupaciones del sindicato.
A todo ello hay que añadir las deficiencias de muchas instalaciones en pueblos de nuestra provincia o el cierre de otras como el ya anunciado cierre del centro de Salud Huerta del Rey de Sevilla, en el que una vez más el distrito sanitario de nuestra ciudadanos deja ver cuál es su actitud y su aptitud ante los problemas: Lo fácil es bajar la persiana, restringir profesionales y ahorrar, aunque ello signifique que la asistencia sanitaria se vea perjudicada.
Desde el sindicato que dirijo en Sevilla conmino a nuestros políticos a hablar menos y a trabajar más por los intereses de los ciudadanos y ciudadanas:
Dediquen a la Sanidad Pública Andaluza el presupuesto necesario para que, de una vez por todas, podamos salir del ránking vergonzoso de ser la última en inversiones en sanidad por habitante de toda España.