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La vida del revés

La señora Monasterio (Vox) nos ha salido pícara

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28 oct 2019 / 07:00 h - Actualizado: 28 oct 2019 / 21:12 h.
"Vox","La vida del revés","Política"
  • La señora Monasterio (Vox) nos ha salido pícara

Ahora resulta que Rocío Monasterio; sí, esa señora metida en asuntos políticos y que manda bastante en Vox; firmó planos de casas y esas cositas sin ser arquitecto. Unos años antes de acabar sus estudios, por lo que parece, ya firmaba sus planos. Ole, ole y ole. Ahora resulta que Rocío Monasterio es como todos los demás. Qué cosas. Tanta cara de santurrona, tanto señalar al prójimo y resulta que esta no es la primera vez que sabemos que no hace las cosas, digamos, correctamente.

La política española se ha convertido en una especie de contenedor enorme en el que se recogen personas que no tenían nada mejor (ni peor) que hacer y se afilian a un partido y, más tarde, logran aparecer en una lista construida a toda prisa porque, de pronto, a los españoles les da por votar a la extrema derecha o a la extrema izquierda. Lo de la clase política española es una cosa fuera de lo normal. Resulta vergonzoso, patético, insultante y no sé cuántas cosas más.

La picaresca en España siempre fue una constante. Pero parecía reservada a los más pobres, a los que tenían que buscarse la vida de la mejor forma posible. Ahora, ya es cosa de todos. Hasta la señora Monasterio se ha tenido que buscar escapes de forma pícara. Qué bonito, qué novelesco.

Los ricos siempre robaron con elegancia, como si no lo hicieran, como si fuera uno de sus derechos. No tenían que salir corriendo con la policía detrás. Ya no. Ahora roban como cualquier otro, sin clase alguna. Han robado a los más pobres hasta esa parcela de la delincuencia.

En unos días, los españoles volveremos a votar a un grupo de personas (las que aparezcan en la lista electoral) entre las que se habrá colado más de un ratero de cuello blanco y reluciente. Ratero al fin y a la postre. Y lo volveremos a hacer pensando que esos malhechores son manzanas podridas dentro del cesto de la política y que el resto son una especie de mesías que todo lo puede.

En unos días volveremos a hacer el ridículo más absoluto. Y ellos seguirán teniendo las cuentas corrientes a tope y la posibilidad de seguir robando intacta. Hay que joderse.