La velocidad de adaptación del Derecho

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14 mar 2022 / 08:49 h - Actualizado: 14 mar 2022 / 08:52 h.
  • La velocidad de adaptación del Derecho

En la facultad de Sevilla enseñaban que el Derecho es una ciencia, porque utiliza el método ensayo error; y una ciencia viva, porque se adapta a los tiempos. Esto lo decían, ilustres como Jordano, Muñoz Conde, Carrillo Salcedo Clavero, Pérez Moreno, Pérez Royo, Cruz Villalón, Añoveros, Olivencia, Jimenez Sanchez, y otros integrantes de la alineación de lujo que disfrutó mi promoción.

Siempre, claro, que al pobre derecho le dé tiempo a ensayar, rectificar, y adaptarse. Por ejemplo, hace poco un jueves, el parlamento convalidó el decreto del gobierno de mascarillas obligatorias en exteriores, y el jueves siguiente, el consejo de ministros aprobó, que dejasen de serlo.

¿Qué debieron hacer los agentes de la autoridad esa semana, sabiendo además que el Tribunal Constitucional se ha ventilado la legalidad de las del estado de alarma?

Aceptemos que lo anterior sea un suceso sobrevenido por la bajada de contagios, que elimina -afortunadamente- una norma restrictiva de derechos (llevar nuestra nariz al aire). Pero la imposibilidad de la adaptación del derecho a estos tiempos, no es excepcional, sino absoluta.

Suscitó mucha controversia judicial, la calificación laboral de los riders, los repartidores que te llevan la comida rápida a casa. ¿Autónomos o empleados por cuenta ajena?. Con la legalidad vigente bien interpretada, los tribunales optaron por lo segundo, y la inspección de trabajo, levantó actas de infracción y obligó a las empresas a cotizar por estos empleados. Millones de euros. ¿Qué hicieron las empresas?: hoy ya está probada con éxito en alguna zona de Madrid, la experiencia del reparto de comida con vehículo autónomo sin conductor, el cliente baja a por su pedido, y la empresa elimina el coste del empleado. Ni autónomo, ni empleado. Nada. Toma del frasco carrasco, para que te andes con sutilezas que molesten al “progreso”.

En la vida real, si no te gusta un producto, las tiendas dan vales de canjeo por su importe, siempre que entregues el producto, claro. Los monstruos del comercio On line, Walmart, Amazon, etc. han visto que es tan complicado devolver, que incluso están permitiendo que el cliente insatisfecho, se quede con el producto y reciba el reembolso. Sin entrega de precio por cosa, nada. ¿Donación entonces? ¿Sujeta a tributación del impuesto sobre donaciones? se pregunta el viejo derecho. Pues ojo, que visto lo sucedido con los riders, yo no me metería con estos grandes...

Lo que sucede es que el derecho, como la auctoritas de los poderes públicos, no es un absoluto, sino un convencionalismo que nos hemos dado, que administra exclusivamente el estado de derecho, con el uso de la fuerza, y mantiene el “orden”

Con la lentitud -que roza el paroxismo- de una justicia que se toma cuatro años para dictar sentencia, o no da trámite a un asunto presentado por internet, hasta que no le llevan al juzgado copias de todo en papel, creo que los tribunales del estado, no infunden en el ciudadano, ese estado de ánimo de ser garante de su seguridad. Podrían preferir a Amazon o a Glovo, que son más “auténticos”, más seguros. Cumplen siempre. Podrían ver en ellos “justicia”. Y al final, estos imperios privados pueden “birlarle” la novia al noble estado de derecho, que evita que quemen a la gente por hereje, lo persigan por ser negro o por ser comunista, y garantiza un juicio justo. Y que tanto trabajito costó construir. Asi que, debemos cuidarlo y darle tiempo a que se adapte.

Manuel Alonso Escacena es abogado.