Las alas de Mozart

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20 mar 2022 / 04:00 h - Actualizado: 20 mar 2022 / 04:00 h.
  • Las alas de Mozart

Parece el título de una novela, ¿verdad? pero, como suele ocurrir, la realidad supera a la ficción... Desde hace una semana, a eso de las 7 de la mañana, tengo el privilegio de asistir a una singular representación de Mozart en mi propia ventana, ¿el intérprete? un sencillo jilguero metido a cantante de ópera en sus ratos libres pues, sin él saberlo, ¡interpreta cada amanecer el aria de la malvada Reina de la Noche en La flauta mágica de Mozart! Casi nada... ¡Es absolutamente digno de ver!

En su pico, el canto suena a música celestial... Nuestro «Mozart alado» es ajeno al contenido trágico de la letra e interpretado por él, la malvada Reina de la Noche se transforma en emisario de la luz y de la bondad. Probablemente nuestro espontáneo tenor haya escuchado la ópera por casualidad mientras se posaba tranquilamente en el alféizar de una ventana, algo le llamó la atención y, gracias a eso, cada mañana me obsequia con su representación... ¡Benditas casualidades!

El medio de comunicación más potente...

Es curioso... Al igual que sucede con los niños pequeños, los animales aprenden por imitación, y en el proceso, se convierten en maestros, funcionando como genuínos espejos haciéndonos ver lo que hacemos bien y aquellas cosas en las que aún tenemos mucho que aprender... Es bueno recordar que nuestro comportamiento habla, no sólo de nosotros mismos, sino de los ejemplos que elegimos y del ejemplo que somos para los demás, ¿sabes ya la respuesta al acertijo? El medio de comunicación más potente es... ¡La actitud que adoptamos diariamente!

¡El mejor despertador del mundo!

Cuando abro los ojos por la mañana, no me muevo de la cama hasta que mi intérprete favorito empieza a emitir sus simpáticos gorgoritos, ese fascinante agudo armonioso: «¡Ah ah ah aaaah!» (no lo leas como un grito porque así queda espantoso, si no la conoces, busca el aria de la Reina de la Noche y verás a que me refiero).

Ni el móvil, ni el reloj, ¡mi improvisado tenor es el mejor despertador! En momentos así es cuando tomas conciencia de la importante diferencia que supone empezar tu día con un mensaje positivo, algo sencillo que te invada de «buen rollo», algo que te haga sonreír y levantarte con las «pilas puestas», con «ganas de hacer» en lugar de ser un simple espectador del suceder diario...

A veces es bueno darle la vuelta a la «tortilla mental» (¡para que no se te queme!); si quieres cambiar de perspectiva y mejorar las cosas, recuerda que existe algo tan genial como las alas de Mozart.