La vida del revés

Las ocurrencias de Pedro Sánchez y la ruina que llega

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14 jul 2022 / 17:00 h - Actualizado: 14 jul 2022 / 17:07 h.
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El actual Gobierno de España es un mastodonte. Demasiados ministerios, una estructura disparatada allá donde se mire, un gasto injustificable e insoportable. Y el número de asesores del presidente y de cada uno de los ministros parece una broma, es asombroso. Los del Presidente son 383 y el personal eventual de este Gobierno de coalición supera los 800 individuos. Un disparate.

Si la gestión estuviera siendo excelente, si esos asesores lograsen que Pedro Sánchez tomase decisiones acertadas y brillantes, o si el Gobierno en su conjunto estuviera dando muestras de solidez y de acierto seguro, el enorme gasto podría llegar a entenderse; pero no es el caso. Debe ser que el número de asesores es inversamente proporcional al número de buenas decisiones.

La última ocurrencia de Sánchez, que consiste en cobrar cientos de millones de euros (sí, cientos de millones de euros, miles de millones de euros) a las compañías energéticas y a la banca ya que están haciendo el agosto con esta crisis que ha disparado los precios y ha elevado los tipos de interés de forma automática, es, sencillamente, una trampa para todos los españoles. Aunque desde el Gobierno nos venden la idea de quitar a los ricos para dar a los pobres, la realidad es bien distinta. Esas empresas ya estarán buscando la forma de conseguir ‘financiar’ ese nuevo impuesto y ya saben que los que ‘financiarán’ el nuevo impuesto serán todos los españoles. Falta saber cómo. Solo falta saber eso. Pedro Sánchez y su ejército de asesores se han inventado una forma perversa para que los españoles paguen más aunque parezca que son los bancos y las eléctricas las que se tienen que vaciar los bolsillos. No se puede hacer peor. Mientras, los ministros de Podemos celebran un movimiento estúpido porque siguen pensando que la sociedad está compuesta por el proletario pisoteado por empresarios con una chistera en la cabeza, empresarios que fuman puros mientras explotan a los pobres trabajadores. Todo lo que suene a ‘muerte al patrón’ les encanta.

De verdad que cuesta trabajo pensar en tanto asesor inútil, tanto político anclado a los viejos y apolillados manuales sobre política y tanto diputado vergonzante.

El Gobierno de Sánchez va de ocurrencia en ocurrencia y los resultados están siendo penosos. Hoy, he tenido que repostar combustible. A mi derecha, un muchacho ha rellenado su depósito con 10 euros. Para arrancar y poco más. A la izquierda, un Porche Cayenne. Depósito lleno. Si no me ha fallado la vista, creo que el contador marcaba 164 euros. Esto quiere decir que el propietario del Porche va a beneficiarse de un descuento que superará con creces esos 10 euros que gastaba el joven de la derecha. ¿Qué sentido tiene algo así? ¿A quién benefician las ayudas que el Gobierno está poniendo en funcionamiento? ¿Alguien piensa mínimamente lo que se hace? ¿Dónde estaban los asesores el día que se pensó en una medida que beneficia más a los que tienen más? ¿Necesita la ayuda el propietario del Cayenne? Y ahora les quieren cobrar a las grandes empresas que ya saben el camino para no perder ni un céntimo, un camino en el que estamos usted y yo.

Y así todo. Si esto sigue progresando de la misma forma, la ruina económica que vamos a tener que soportar va a ser monumental; la que dejó Zapatero va a parecer un juego de niños comparada con esta que llega.