«Las sevillanas son parte de mí»

Las redes sociales elevan la carrera musical de Inma Vílchez, una joven cantautora jienense que saltó inesperadamente a la fama por sus sevillanas taurinas

21 abr 2018 / 13:34 h - Actualizado: 21 abr 2018 / 14:14 h.
"Música","Comunicación"
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Año 2015, peregrinación de Huelva en El Rocío. Durante una parada un romero pide a una joven morena de no más de 26 años que cante «esa letra nueva que había escrito»... Alguien grabó el momento, lo subió a las redes sociales y a partir de ahí nació una artista. El vídeo se volvió viral y el nombre de Inma Vílchez comenzó a sonar mientras se multiplicaban las reproducciones de sus «sevillanas taurinas» (a día de hoy alcanzan más de dos millones de reproducciones). «Sin tener ni idea de música tuve que empezar a aprender muy deprisa y a escribir más rápido si cabe para –en cuestión de semanas– grabar mi primer disco De taurinas maneras. Dios me había regalado esta oportunidad y yo tenía la obligación de aprovecharla», asegura esta cantautora de sevillanas nacida en Andújar (Jaén). Pasados los años, aún recuerda con emoción cómo vivió sus comienzos en este mundo: «Jamás pensé en la repercusión que aquel vídeo llegó a tener. Es más, a día de hoy, me paro a pensar en cómo pudo pasar todo tan rápido, así sin más... Fue muy intenso, en el año 2016 cerramos 93 galas en solo un año, imagínate el cambio de vida tan radical, cada fin de semana a un lugar diferente con cientos de kilómetros de distancia entre un lugar y otro. Aún me acuerdo del primer día que actuamos en Madrid, pensaba que allí no me conocería nadie, no sé, tan lejos de casa... la repercusión que tenía cantar en Madrid, estuve dos semanas sin apenas dormir, los nervios no me dejaban ya que pensaba que no vendría nadie, que sería un fracaso. Pues ese día que no olvidaré jamás... vendimos todas las entradas (600) y se quedaron más de 400 personas sin poder conseguir entrada. De hecho, a la siguiente semana tuvimos que volver», rememora con asombro. Y todo por unas sevillanas.

Aficionada al campo, dedica gran parte de su tiempo a la lectura y a escribir. «Siempre he sido muy aficionada, me gusta muchísimo leer y un día me animé a escribir un poema pequeñito dedicado al campo bravo. Para mí escribir es una forma de evadirme, me relaja, me siento bien escribiendo». Tanto es así que las letras de sus dos discos que tiene en el mercado son de su autoría. «De algunas letras me siento muy orgullosa, aunque siempre pienso que podría mejorar muchas cosas. Soy muy crítica conmigo misma en ese sentido y tal vez muy exigente. Mi inspiración parte de mis pasiones, el mundo del toro y mi amor por la caza», admite.

Inma Vílchez me atiende desde su residencia actual en Jerez de la Frontera (Cádiz), cuna también del cante. Me llama poderosamente la atención su madurez y serenidad. «Soy una persona muy tranquila, me gusta disfrutar del campo, aunque ahora me es más difícil debido a mi profesión». Su primer trabajo discográfico fue un éxito y gracias a él recorrió casi toda España y viajó a Francia y Portugal. Sus sevillanas han conquistado numerosos rincones en los que siempre encuentra centenares de seguidores que gracias a las redes sociales siguen su trayectoria profesional casi desde sus inicios. Con entusiasmo nos habla de su segundo trabajo: «El segundo disco, Cambio de tercio, sale a la venta la próxima semana. No sé qué pasará, tengo mucho miedo... sea lo que sea, siempre puedo decir que este trabajo está escrito con el alma y que pase lo que pase, tiene mi sello, es muy mío, un trabajo que me define cien por cien y del que estoy muy satisfecha. El día 15 de junio en el teatro principal de Andújar tendrá lugar la presentación».

¿Y cómo lleva Inma las críticas hacia la tauromaquia? «Hoy en día resulta difícil defender el mundo del toro, hay un gran desconocimiento sobre el campo bravo. Es muy fácil quedarse con ese momento de la muerte del toro, pero claro, eso no es el toreo, el mundo del toro es mucho más amplio y mucho más bonito de lo que la gente cree. El toreo es un sentimiento que no se puede explicar.... Estoy de acuerdo en que haya gente que no le gusten los toros, me parece muy bien, y lo respeto por supuesto, lo que no puedo entender es cómo una persona humana puede alegrarse de la muerte de otra solo por ser torero, o simplemente por ser aficionado (como el caso del pequeño Adrián que murió de leucemia). Me da miedo pensar que pueda existir gente así. A mí me llaman asesina por cantarle al toro, pues yo sólo tengo que decir a esto que no hay mayor asesino que aquel que se ríe de la muerte de un ser humano. Me pueden atacar todo lo que quieran, insultarme, amenazarme, que mi única contestación será subirme a un escenario y cantarle al arte del toro», subraya valiente. No obstante, asegura, «son muchos más los mensajes de agradecimiento y felicitación que recibo a diario. Con eso y con los que salen de la boca de muchos niños me quedo, me hacen muy feliz». En cuanto a su estilo musical, asegura que le han propuesto en muchas ocasiones sustituir la temática para abrir más posibilidades dentro de la música, pero «mi campo es el mundo del toro, y si algún día tengo que dejar de cantarle a mis aficiones, dejaré de cantar», matiza al tiempo que recuerda que «a día de hoy vivo de la música, es difícil y hay que trabajar mucho. Mi trabajo no es solo el rato del escenario, mi trabajo empieza desde que cojo el boli y un papel y empiezo a escribir, ensayos, kilómetros... pero cuando te bajas del escenario... ese momento es tu recompensa».

Asimismo, reconoce que las sevillanas son «parte de mí desde muy pequeña. Particularmente me trasmiten alegría. No se escuchan en Sevilla exclusivamente, se extienden por toda Andalucía, España y el mundo. Aunque claro, Sevilla es especial y las sevillanas le pertenecen».

Quién diría que la tecnología podría poner en valor el arte de una joven andaluza cantante de sevillanas amante de la caza y el mundo del toro. Pues sí, las redes sociales han apadrinado a Inma Vílchez para hacerla universal de taurinas maneras. Inma Vílchez es mucho más que la típica guapa andaluza que canta flamenco, es una artista que ha sabido innovar –con valentía– en un mundo donde los cambios no se esperan. Una mujer que vive a su manera y que pide –por sevillanas– respeto de sus tradiciones.