Opinión

Nirek Sabal

Las Trece Rosas y los crímenes de ETA

Las Trece Rosas y los crímenes de ETA

Las Trece Rosas y los crímenes de ETA / Nirek Sabal

Hace más de 80 años se cometió un crimen en Madrid. Las trece jóvenes que fueron fusiladas al amanecer del 5 de agosto de 1939 fueron acusadas de atrocidades aunque su único crimen fue, seguramente, pertenecer a las juventudes socialistas de la época o ser amigas de miembros de la izquierda española. Un crimen más de Franco que no debería olvidarse nunca para que no vuelva a repetirse. Está muy bien tener memoria para recordar estas cosas.

Lo extraño es que la memoria se les nuble a algunos para recordar que ETA asesino a cerca de mil personas. Ahora, se quiere liquidar el asunto con esa frase tan tramposa que pronuncian algunos como si fuera un mantra: ETA ya no existe. Lo dicen como si eso fuera suficiente para hacer desaparecer el dolor que produjeron unos mafiosos asesinos. Como ETA no existe (parecen decir) ya no existen los muertos, los amputados, los huérfanos o las viudas. Y ETA existió y todo el dolor que causó la banda criminal nunca dejará de existir.

Hace 20 años que ETA asesinó a una niña de seis años y a un adulto. Fue el 5 de agosto de 2002. Esperaban en la parada del autobús. Hubo más de cincuenta heridos contando a los que estaban en la casa cuartel de la Guardia Civil.

La memoria ha de funcionar en diversas direcciones y no solo en una porque la realidad se puede reducir a eso que uno quiere vivir y no al conjunto de lo que toca vivir.

Recordemos todo, por favor. Todo.

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