Todos pasamos por situaciones en la que la vida nos parece injusta. Muchas personas se dan por vencidas fácilmente cuando enfrentan algún tipo de adversidad que los supera. En lugar de perseverar, entran en pánico y se hunden. Eso es comprensible si han luchado con un problema o una enfermedad durante mucho tiempo. Finalmente llega la resignación y la desesperanza.
Pero realmente, si tú quieres vivir tu mejor vida ahora, tienes que encontrar fuerzas en la adversidad. Esa fuerza te la dará una parte de ti que quizás ni conozcas, es la fuerza de tu espíritu, que es poderoso e ilimitado.
Nuestra actitud deberá ser: ” tal vez me he caído muchas veces en mi vida y ahora estoy hundido, pero no me quedaré abajo, estoy decidido a sacar lo mejor de mi para salir de esta situación». Puede que la vida te tumbe por fuera, pero la clave está en aprender a levantarnos por dentro.
Puede que las circunstancias nos obliguen a sentarnos por algún tiempo, pero no nos podemos quedar allí. Aunque por fuera estemos abatidos o derrotados, en nuestro interior debemos vernos de pie.
Cuando sientas que la vida te está aplastando, levántate por dentro. Ten la actitud de una persona victoriosa, mantén tu fe. Ten la valentía de decir: «Dios, quizás no entienda por qué me está ocurriendo esto, pero yo sé que tú estás conmigo, así que te doy gracias porque sé que abrirás un camino para mí». No importa lo que enfrentes en la vida, si tú aprendes a levantarte por dentro, las adversidades no te podrán mantener abajo.
Quejarte y sentir lástima de ti, no te sacará de ahí. Mejor ten la actitud de un campeón. Tus circunstancias pueden cambiar repentinamente, especialmente cuando te encuentras de pie en tu interior. Con la ayuda de Dios, tú puedes levantarte por dentro y puedes decirte a ti mismo: «Mantendré la fe. Aunque la tenga que mantener toda mi vida, yo no merezco esto; no me daré por vencido, ni estaré contento con la mediocridad.
Seguiré creyendo que merezco algo mejor y estaré de pie en mi interior. No me importa cuánto tiempo tome, pero de esta situación saldré». Como decía H. murakami: “Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni tan siquiera estarás seguro si la tormenta terminó realmente. Pero una cosa si es segura, cuando salgas de esa tormenta, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata esta tormenta.”
