Así, en gerundio, en dinámica vivencial que es como se aprende más... ¿Se puede leer a las personas como si fueran libros? En Dinamarca hace 20 años que lo hacen desde la «Human Library» (Biblioteca Humana) y ya han llevado su original iniciativa a más de 80 países. Conocí este singular proyecto viendo el telediario hace unos días y he de decir que captó de pleno mi atención, el titular anunciaba: «Libros humanos», solté el tenedor, abrí bien los ojos, con expresión de sorpresa y me quedé mirando fijamente la TV al tiempo que repetía en mi cabeza, con cierto tono de incredulidad: «¿Libros humanos?».
Cohesión social, aceptación, aprendizaje
Éstas son las 3 claves de la «Librería Humana». Durante media hora, quien lo desee puede optar a escuchar el relato de su «libro humano» seleccionado: historias de ex-presidiarios, inmigrantes, refugiados, sin techo... Todos ejerciendo el maravilloso y humano derecho a compartir sus relatos vitales para nutrir la experiencia propia y ajena; «libros parlantes» que son el personalísimo ejemplo de que nada les frena y de que a pesar de las dificultades (grandes en muchos casos) vivir su vida, tal y como han decidido hacerlo, merece la pena.
En esos 30 minutos de «lectura humana», las dos partes (tanto lector como «libro») ganan. Y no me refiero a una ganancia efímera, material (de hecho, todos los «libros humanos» son voluntarios) sino a algo mucho más sustancial: ganancia mental, emocional y hasta espiritual. Aceptación interpersonal, el no juzgar a los demás, el aprender de la experiencia, el tomar conciencia de las diferencias como fuente de riqueza son algunos de los beneficios que aporta la «Librería Humana», traduciéndose en una sociedad mucho más sólida y sana, unida y agradecida.
Historias que, a su vez, dan a luz a nuevas historias porque cuando alguien «lee» un «libro humano» la historia ya deja de pertenecerle sólo al narrador y empieza a formar parte de la experiencia propia del lector que la interioriza, la empapa de su subjetividad y aplicará el aprendizaje extraído de ella a su singular modo.
Diálogo incesante...
Como ya nos advertía André Maurois: «La lectura de un libro es un diálogo incesante en la que el libro habla y el alma contesta», en este caso, la afirmación del novelista francés adquiere una dimensión especial ya que el «libro humano» de tu elección estará encantado de contestar todas las preguntas que desees formular sobre su historia, así la vuestra pasará a tener el mismo apellido de que la de Ende: Interminable...
¿Te gustaría acceder a un «libro humano»? o, más aún, ¿querrías convertirte en uno? en cualquier caso, en el siguiente enlace podrás acceder a toda la información sobre la «Librería Humana», que «leas» bien... https://humanlibrary.org/