Cuando hay una crisis tan brutal como la de ahora, y lo malo está por venir, los ciudadanos tendríamos que ver qué podemos hacer por salir de esta y no esperar a que nos saquen las castañas del fuego unos gobernantes que, como ven, no son capaces nada más que de andar de bronca todos los días, con insultos, descalificaciones y puñaladas traperas. Solo en una cosa se ponen de acuerdo: en seguir viviendo de lujo a costa de los ciudadanos, sin apretarse el cinturón bajándose el sueldo o eliminando privilegios y ministerios. Para ellos no hay crisis que valga. Encima no paran de hablar de los miles de millones de euros que van a venir de Europa para modernizar el país llevando a cabo esas reformas de las que llevan siglos hablando y que no acaban de explicarnos bien.
Ayer daba vergüenza ver en la calle a ministras, ministros y ministres del Gobierno del paro con trajes caros para celebrar el Día del Trabajo. Esto se les da muy bien, la propaganda, el marketing. Lideramos el paro en Europa y el Día del Trabajo se echan a la calle con sus mejores prendas, siendo ellos, y solo ellos, los responsables de tanto desempleo, sobre todo juvenil, que es lo más grave. ¿Manifestándose contra ellos mismos o contra la oposición, además, con los sindicatos? Es que ellos son los culpables de la situación. No se veía algo así desde los tiempos de Franco. Pero como van a llover miles de millones de euros, aunque no sabemos cuándo, no hay problema. Para eso está ahí Pinocho Sánchez, el presidente, que cada vez que hay que distraer a la ciudadanía para que no vea clara la triste realidad, presenta el Plan de Recuperación Económica.
Nueve veces lo ha presentado ya, pero los miles de millones no vienen. Empezarán a venir justamente cuando Sánchez tenga que pedirles de nuevo el voto a los ciudadanos, dentro de dos años, para seguir en la Moncloa. Mientras eso llega, a pasar ducas viendo cómo ellos van a lo suyo, a seguir con la mamela y a decir que vamos a crecer. Claro, cuando se encoge tanto, o sea, cuando todo va tan mal y se toca fondo, se suele crecer. Un economista del perol dijo anoche en La Sexta que vamos a crecer al 6% si hay este verano el 70% de vacunados. Otro engaño, porque no llegaremos a esa cifra de vacunados hasta final de año, como mínimo. Y así vamos, engaño a engaño, hacia el precipicio.