Lo certero del mortero

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08 nov 2020 / 04:00 h - Actualizado: 08 nov 2020 / 04:00 h.
  • Lo certero del mortero

Me encanta como de las cosas más sencillas y caseras se sacan aprendizajes que pueden durar una vida entera... Hace unos días encontré el viejo mortero de piedra de mi madre, aún conservaba la alegría de las tonalidades verdes y amarillas que lo cubrían; la maja de madera estaba un poco agrietada pero todavía cumplía su función. Me llevé una agradable sorpresa al encontrar aquel mortero y decidí ponerlo en uso preparando guacamole casero.

Lo esencial del mezclar

Deposité el aguacate en el mortero, le añadí tomate, vinagre de manzana, el jugo de un limón, cebolla y un poquito de aceite de oliva Vírgen Extra; según machacaba los ingredientes con la maja, si prestabas atención, te ibas dando cuenta de cómo se gestaba una curiosa transformación: ya no se distinguía donde empezaba el aguacate y donde terminaba el limón, ya sólo eras capaz de adivinar su existencia al probar una cucharadita de la salsa (y era un sabor nuevo, es decir, cuando probabas esa cucharadita sabía a guacamole, no a tomate, aguacate, limón... ). Bien podría haber titulado ese momento como "lo genial de la colaboración", pues de productos de diferentes colores, formas y sabores salía uno nuevo que... ¡estaba quedando muy rico! "¿tendrán morteros los políticos?" -me dió por pensar- porque, si así fuera, si hubieran reparado en un instrumento tan sencillo como acertado, todas las formas del verbo "unir" habrían conjugado, sobre todo cuando de esa unión depende que haya "producto" para que todo el mundo pueda disfrutar de un buen bocado...

Los elementos del instrumento

Seguí machacando un poquito más todos los ingredientes, y descubrí otra realidad: cuando machacas, ¡lo mejor de ti destaca! Entiéndeme, no quiero decir que te tengas que hacer el hara-kiri para saber de lo que eres capaz ni que tengas que sufrir gratuítamente para mejorar, no, eso está muy lejos de ayudar. Lo que quiero decir es que cuando vienen mal dadas, cuando la maja del mortero vital empieza a golpear, ahí, en ese duro momento, te encuentras con el jugo de tu carácter, con la salsa de la superación... Posiblemente sin ese mortero vital, el aguacate pasaría su existencia sin saber que tiene la posibilidad de convertirse en un rico guacamole, pero para eso es necesario un cambio, y los cambios no son sencillos...

Terminé de hacer mi guacamole casero y me dispuse a lavar los dos elementos del mortero, la maja de madera y el recipiente de piedra. Cada uno había cumplido su papel en la confección de la salsa. La maja de madera había sido el elemento aglutinador, el que había hecho efectiva la mezcla de los distintos ingredientes y el recipiente de piedra era el lugar apropiado para contenerlos, si no se hubiera dispuesto de alguno de estos dos elementos, probablemente el guacamole hubiera sido un churro... Es decir, si se dispone del recipiente adecuado pero se carece de "elemento aglutinador", la fusión de los distintos ingredientes no se produciría adecuadamente, cada cual conservaría su color, forma, sabor pero se perdería lo esencial del colaborar; si por el contrario, se cuenta con "elemento aglutinador" pero no logramos poner los ingredientes en el recipiente necesario, se desperdiciará producto...

El actual escenario de pandemia actúa como implacable maja que nos golpea a todos, independientemente de profesiones, creencias, gustos, edades... Ese contundente "elemento aglutinador" insiste en golpear... Hemos sacado carácter, nos hemos superado y nos estamos superando hasta límites insospechados pero toda esa "salsa" de aprendizaje y crecimiento personal corre el peligro de desperdiciarse si no se cuenta con el "recipiente adecuado" para recogerla y ¿cuál es ese recipiente? el recipiente del cambio sanitario, el recipiente del cumplimiento real de las medidas de seguridad, el recipiente de las ayudas a familias y empresarios, el recipiente de empleos de calidad, el recipiente de la coherencia y de la decencia... Cuando te notes saturado por la situación y si en algún momento entonas aquello de: "que me lo expliquen, porque no me entero...", ten presente lo certero del mortero.