Los cinco latinos

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07 nov 2019 / 13:44 h - Actualizado: 07 nov 2019 / 13:48 h.
  • Los cinco latinos

Ya han pasado algunos días del famoso debate que enseñó las vergüenzas de los que quieren mandar en los españoles. Pero el problema mayor no son los cinco fenómenos que se asomaron al ridículo guiñol sino los indeseables que no participaron en ese numerito televisivo. Visto lo visto, podrían volver a convertirse en la llave de la dudosa gobernabilidad de este país que algunos nos empeñamos en seguir llamando España.

No sé qué fue peor, si el debate, lo que se dijo, lo que se silenció, las preguntas que se dejaron sin contestar o la inevitable tanda de análisis posteriores al que se suma éste, cargado de preocupación por lo que se vuelve a avecinar. Este sábado se celebrara la llamada jornada de reflexión. Pero hay mucho que pensar y meditar, más allá de las siglas que lleven las papeletas que depositemos –o no- en las urnas dominicales.

Están juego muchas cosas más que la identidad de nuestros gobernantes, enfrascados en meterse los dedos en los ojos y en certificar una y otra vez que son la peor generación de políticos que ha sufrido esta piel de toro. Ya saben: a río revuelto, ganancia de pescadores. La quiebra intencionada de la convivencia estará siempre en el debe de los partidos políticos españoles que, hace tanto, dejaron de ser instrumento de la soberanía popular.

Se han desenterrado demasiados fantasmas –además de la momia del Caudillo- para volver a azuzar una España contra otra; aventar las ínfulas secesionistas o poner marchamo de buenos y malos a los lejanos muertos de la Guerra Civil. El mundo virtual de los políticos camina por un lado y la vida real –la de los currelas que se parten el pecho para llegar a fin de mes- es otra muy distinta. Todos quieren seguir en el machito. Lo demás les da igual.