Ya hemos escrito en esta tribuna acerca de Félix Rodríguez de la Fuente en este año tan especial donde cumpliría 90 años y en el que se cumplen 38 años desde su fallecimiento. Félix Rodríguez de la Fuente tuvo un papel excepcional en la divulgación de la fauna, la naturaleza en general, creando un conjunto numeroso de seguidores que visualizaban sus programas en televisión española o leían su imprescindible obra en 10 tomos que lleva por título Fauna Ibérica, editada por Salvat en 1962, o muchas otras publicaciones o reportajes y series.
El pasado marzo, se celebró un congreso, bajo el título Ornitología y Conservación Activa. En memoria de Félix Rodríguez de la Fuente, en Almadén de la Plata, organizado por su alcaldesa, Felicidad Fernández, en colaboración con la Diputación de Sevilla, la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio y la Universidad de Sevilla, así como con antiguos colaboradores de Félix Rodríguez de la Fuente, como Carlos Llandres, actuando como Comisario del evento. Asistieron representantes del mundo del arte dedicado a la naturaleza, como Chiqui Díaz. En el citado congreso, un importante plantel de científicos, ante un numeroso público donde había un elevado número de universitarios, la mayor parte de la Facultad de Biología de la Universidad de Sevilla, debatió acerca la conservación de la naturaleza, la sostenibilidad, el cambio climático, la conservación de anfibios, y otros temas de interés, así como las aportaciones de la ornitología como barómetro indicador de nuevos modelos de desarrollo no agresivo con el medioambiente.
Muy importante en Almadén de la Plata la presencia de Odile Rodríguez de la Fuente, hija menor de Félix Rodríguez de la Fuente y Directora General de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, creada en el año 2004 por la familia del naturalista y divulgador con el objetivo de salvaguardar y proyectar su vida, obra y legado para generaciones posteriores. El esfuerzo de Odile para mantener vivo para todos el recuerdo de la obra de su padre es muy encomiable y debe ser reconocido.
La Fundación ha cerrado desgraciadamente su actividad actualmente, pero debería ser ayudada para continuar su actividad. Una de las líneas estratégicas de la Fundación Félix Rodríguez de la Fuerte fue la denominada Línea La Huella de Félix, cuyo objetivo era recuperar el legado de Félix Rodríguez de la Fuente y revitalizarlo a través de proyectos que dieran a conocer su vida y obra. Entre estos proyectos estaba recuperar los famosos Cuadernos de Campo de Félix Rodríguez de la Fuente, toda una joya de la divulgación. Actualmente podemos ver en Internet imágenes de dichos cuadernos. Desde la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente se desarrolló una app para tabletas que recuperaba los famosos cuadernos de campo.
Los Cuadernos de Campo de Félix Rodríguez de la Fuente fueron publicados por Editorial Marín en 1978, dos años antes de la muerte de Félix en Alaska. La coordinación del conjunto de la obra fue de Joaquín Araujo. Cada cuaderno tenía 50 páginas de cartulina, ilustradas a todo color con unos dibujos impresionantes y salieron a la venta al precio de 100 pesetas, unos 59 céntimos de euro. Las ilustraciones en color y en blanco y negro fueron realizadas por diferentes dibujantes, todos de gran calidad. Los cuadernos recogen las observaciones y descripciones de campo de Félix Rodríguez de la Fuente, escritas de forma clara y didáctica, con dibujos e ilustraciones realmente destacables que hacen de la lectura del cuaderno una experiencia inolvidable. Un excepcional material didáctico que nos iluminó el conocimiento de la naturaleza a toda una generación.
A continuación presentamos todos los títulos con el fin de facilitar la búsqueda de uno concreto que a alguien le pudiera interesar por Internet. Los títulos publicados fueron, en orden de publicación: nº 1, El Lince y el Gato Montés; nº 2 Grandes Águilas; nº 3 El Lobo; nº 4 Rapaces Nocturnas; nº 5 El Jabalí; nº 6 Pájaros Carpinteros; nº 7 Cabra y Muflón; nº 8 Pájaros de bosque I; nº 9 Víboras y Culebras; nº 10 Los Buitres; nº 11 El Zorro; nº 12 Aves de la estepa; nº 13 Carnívoros I; nº 14 Peces de Río; nº 15 Pájaros de medio urbano; nº 16 El Quebrantahuesos y Alimoche; nº 17 Córvidos; nº 18 Peces de lagos; nº 19 Halcones y Cernícalos; nº 20 Los Lagartos; nº 21 Las Garzas; nº 22 Pequeñas Águilas; nº 23 Las Grullas; nº 24 Liebre y Conejo; nº 25 Los Patos; nº 26 Pájaros de bosque II; nº 27 Pájaros de la marisma; nº 28 Aves viajeras I; nº 29 Pájaros de río; nº 30 Aves marinas coloniales; nº 31 Las Cigüeñas; nº 32 Peces de mar; nº 33 Palomas y Tórtolas; nº 34 Aves marinas; nº 35 Abubilla, Carraca y Abejaruco; nº 36 Rapaces del bosque; nº 37 Aves de la costa; nº 38 Pájaros de campo abierto; nº 39 Gineta y meloncillo; nº 40 Somormujos y Zampullines; nº 41 Pájaros de bosque III; nº 42 Anfibios; nº 43 Perdices y Codornices; nº 44 Pájaros Cantores; nº 45 Milanos y Aguiluchos; nº 46 Aves viajeras II; nº 47 Pájaros de montaña; nº 48 Cisnes y gansos; nº 49 Pequeños carnívoros II; nº 50 Aves viajeras III; nº 51 Los Cérvidos; nº 52 Pájaros de los sotos; nº 53 Invertebrados marinos; nº 54 Gallos de monte; nº 55 Roedores I; nº 56 Tortugas y Galápagos; nº 57 Los Osos; nº 58 Mamíferos insectívoros; nº 59 Roedores II; nº 60 Árboles y Arbustos.
Todos los cuadernos están dedicados a animales, salvo el último número de la colección (60) que lo está a Árboles y Arbustos. Los dibujos, tanto en color como en blanco y negro, son de un nivel excepcional. Los textos muy cuidados y altamente informativos con la amenidad habitual, sin perder profundidad biológica y ecológica, de Félix Rodríguez de la Fuente. Es muy difícil decantarse por qué cuadernos son los mejores, resulta realmente difícil elegir, en cualquier caso, es opinable dependiendo de las preferencias de cada uno.
A nosotros nos llama la atención el conjunto de ellos dedicado a las aves, que alcanza los 36 cuadernos del total de 60. Ya, en el conjunto de cuadernos de las aves, es difícil elegir los mejores debido al alto nivel de textos y de calidad de dibujos. Son muy delicados los tres dedicados a pájaros del bosque, o bien el de aves urbanas o el dedicado a pájaros cantores, pájaros de los sotos o a rapaces del bosque. Tienen mucho interés los dedicados a grupos concretos de aves, como patos, cigüeñas o milanos y aguiluchos.
En conjunto, los Cuadernos de Campo de Félix Rodríguez de la Fuente constituyen un documento de divulgación y enseñanza de gran importancia que debe ser conocido. Sería muy deseable una reedición de los mismos para que las nuevas generaciones de biólogos o de amantes de la naturaleza pudieran disfrutar de ellos como lo hicimos los que los pudimos leer hace ya algunos años.