Los deportistas, un ejemplo de cumplimiento

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02 may 2020 / 08:25 h - Actualizado: 02 may 2020 / 08:27 h.
"Coronavirus","Ocio durante el coronavirus"
  • Los deportistas, un ejemplo de cumplimiento

Una investigación dirigida por la Universidad Pablo de Olavide, con datos de casi tres mil deportistas desde internacionales hasta los denominados populares, nos muestran que estos se han portado más que bien, que la COVI-19 no ha doblegado su compromiso, su entereza, su capacidad de esfuerzo aprendida en interminables horas de entrenamiento diario, en muchos casos adquirido tras lardos años de entrega al deporte.

El noventa por ciento de ellos declara haber respetado escrupulosamente la cuarenta, lo que dice mucho de su disciplina, de la aceptación de las normas, a pesar de que quizás es una parte de la sociedad que más acostumbrada está a pasar parte de su vida al aire libre, en los ríos y lagos, en las carreteras, en las pistas y en los campos de diversos deportes.

Una de las características más sobresalientes ha sido sin duda la creatividad, a un sesenta por ciento de ellos les sorprendió la pandemia sin equipamiento deportivo suficiente para poder entrenar con cierta normalidad, pero el seguimiento de los entrenadores, la cantidad de programas de actividad física que se han podido consultar en este largo tiempo, han hecho que hayan podido mantenerse en forma. Un cuarto, un pasillo, un salón, en otros casos una azotea o un jardín, se han convertido en magníficos Centros de Alto Rendimiento donde poder llegar a entrenar más de dieciocho horas semanales en un veinticuatro por ciento de los casos.

El espacio del que disponían, así como el material y la atención de los compañeros y entrenadores les ha sido suficiente para mantenerse altamente motivados para entrenar.

Para esos entrenadores, sin duda, ha sido también un desafío, han tenido que hacer todo un esfuerzo de planificación, de adaptación para mantenerles motivados, entrenando, con la incertidumbre de no saber si volverán, ni cuando a las competiciones. Entrenar sin un objetivo es una de las dificultades mayores a la que se enfrentan los atletas. Perder la posibilidad de competir a nivel nacional o internacional, incluso en los Juegos Olímpicos para los que un grupo de ellos se había clasificado es una tarea nada fácil.

Algunos otros datos son interesantes, porque el deporte, la actividad física aparece como un mediador de esa cantidad de síntomas que hemos ido escuchando una y otra vez que nos podrían aparecer: ni la ansiedad, ni la depresión, ni los rituales obsesivos que tanto se pronosticaban, parecen haber sido síntomas principales. Por supuesto que manifiestan haber tenido dificultades de concentración, trastornos de sueño, frecuentes pesadillas, esas que seguramente una parte de la población no deportista también ha padecido.

Como a la mayoría de los ciudadanos, las consecuencias sociales y económicas han sido una parte importante de sus preocupaciones, más aún, cuando cerca de un treinta y dos por ciento de ellos tienen familiares cercanos que han perdido su empleo, esperemos que temporalmente.

Aún así, el camino es aún largo, en parte dependerá de la buena conducta de los ciudadanos, del respeto a las recomendaciones, de que los datos sigan mostrando que la situación mejora, que la cuesta abajo permita correr más rápido y podamos recuperar nuestra vida y que el personal sanitario pueda tomarse un merecido descanso.