Kim Jong-un es el líder supremo de Corea del Norte. Vladímir Putin es el presidente de Rusia aunque en realidad es el líder supremo de ese país. El líder norcoreano llegó a Rusia el martes a bordo de un ferrocarril especial de color verde oliva. Le esperaba por allí Putin que había llegado en avión o en otro tren color gris marengo o en lo que fuese. Eso da igual. Y se han prometido amor eterno y unas toneladas de munición.
Pero esa no es la noticia, lo importante es que se especula con la verdadera identidad de los que se han reunido en Rusia. ¿Se ha presentado Putin o su doble? ¿Llegó a Rusia Kim Jong-un o fue su doble? ¿Han llegado a verse estos dos mandatarios en Rusia o han sido sus dobles? Y no es ninguna tontería hacerse estas preguntas puesto que si no se han visto los verdaderos líderes supremos ¿son válidos los acuerdos a los que han llegado sus monigotes? ¿Se quedarán con los regalos que se han hecho mutuamente o tendrán que entregarlos en cuanto lleguen a casa? Si se han gustado los dobles ¿tendrán que interiorizar sus sensaciones los verdaderos o podrán seguir pasando el uno del otro?
Yo no sé cómo funciona esto de los dobles, pero me hago algunas preguntas. Me encantaría saber si, por ejemplo el doble de Putin, va de líder supremo y ordena a sus acompañantes. ‘Ráscame la cabeza, Igor’. ‘Un masaje de inmediato, Tatiana’. Y me encanta pensar en las reacciones de Igor y Renata. ‘Venga, no vayas de sobrao, majo; que te rasque tu mamá’. ‘No te daría un masaje ni con un palo con púas, bobo’. Creo yo que más de una colleja se pueden llevar si se pasan de la raya.
Y una última pregunta que me obsesiona: ¿comerá el mismo número de donuts el doble de Kim Jong-un que el propio líder supremo?