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Los Donuts y las ocurrencias de Alberto Garzón

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28 oct 2021 / 17:05 h - Actualizado: 28 oct 2021 / 17:09 h.
"Opinión","Consumo","Alberto Garzón"
  • Los Donuts y las ocurrencias de Alberto Garzón

Yo soy de los que recuerdo con nitidez aquel anuncio en el que aparecía un niño llevándose las manos a la cabeza y exclamaba ¡Anda, los Donuts! El muchacho iba camino del colegio y no podía creerse que se le hubieran olvidado esos bollitos tan apetecibles con un agujero en el centro. Y si llevaba Donuts, no llevaba cartera.

Los niños de aquella época nos pusimos ciegos de Donuts, si podíamos nos los zampábamos a pares. Formo parte de la generación conocida como ‘babyboom’ y no parece que suframos problemas de salud graves por tomar aquellas meriendas. La dieta en su conjunto era bastante equilibrada y la merienda era, ciertamente, algo menos sana por el chocolate o los bollos, pero a mediodía había cocido sobre la mesa o lentejas y, para cenar, algo de pescado. Nada de traumas, nada de problemas de obesidad. Entre otras cosas, hay que recordar que los niños de aquella época jugábamos en la calle, corríamos por la calle, nos movíamos constantemente. Y eso ayudaba a quemar todo tipo de grasas.

Con la que está cayendo, no parece que lo más importante sea prohibir el consumo o los anuncios de más productos. Ya hay muchos que forman una enorme lista que afecta a las libertades de las personas. Si de verdad algunos productos son malos para la salud, que los prohíban. Esto es parecido al asunto del tabaco: se van ustedes a morir, prohibido fumar; eso sí, no lo prohíbo porque recaudo una pasta; y eso sí que no...

Es responsabilidad de cada uno comer sano, hacer ejercicio y cultivar la mente. Es responsabilidad de los padres que los menores sigan pautas correctas. Un ministerio inventado para colocar a un político que no tenía hueco no puede convertirse en protagonista advirtiendo de lo malo que es comer carne de vaca o donuts. No se puede alarmar ni prohibir constantemente.

El abastecimiento de gas en España corre peligro; en China ya están racionando el consumo de carburantes, algunos países temen un apagón energético desastroso, la carencia de transportistas pone en jaque a un país como el Reino Unido... La cosa está rarita y el problema de los Donuts y el resto de bollería industrial puede ser motivo de una campaña informativa y poco más. Es necesario recordar que el mercado está hasta los topes de productos industriales precocinados, de productos que contienen sustancias que da miedo; de productos que, sanos lo que se dice sanos, no son.

Tal vez sería mejor cerrar el Ministerio de Alberto Garzón, convertirlo en una Secretaría de Estado y punto. Porque lo que debería prohibirse, de inmediato, es la política de andar por casa aunque no parece que la clase política esté por la labor.